jueves. 28.03.2024

Fathima, de seis años, sueña con ir a la escuela donde puede jugar, hacer dibujos y tener amigos. Pero ella, en cambio, está encerrada en un apartamento en el emirato de Ajman a la espera de los trámites necesarios para simplemente existir.

Abandonada por su madre biológica en Dubai cuando tenía un año, la niña filipina fue atendida de manera informal por una pareja durante cinco años antes de que se enfrentaran a tiempos difíciles y la entregaran a sus amigos en Ajman en diciembre de 2018.

No hay registro del nacimiento de Fathima, ella no tiene apellido, ni pasaporte, ni identificación de Emiratos o visa, ni ninguno de los documentos necesarios para asistir a la escuela o incluso acudir a un hospital en caso de emergencia.

Syed Ali Moazzam, un residente paquistaní de 34 años y uno de los amigos con los que se quedó Fatima, espera poner en orden los papeles de la niña. Dijo que necesita información de la supuesta madre de Fátima, quien aún reside en Emiratos Árabes Unidos, pero niega haberla dado a luz.

Para complicar aún más las cosas, la pareja que cuidó a Fathima ahora vive separada entre Abu Dhabi y Pakistán.

Moazzam afirma que la policía de Ajman lo ha remitido a la Embajada de Filipinas. La Embajada, a su vez, dice que necesita una prueba de que la niña es filipina. “Quiero organizar los documentos y asegurar el futuro de la niña, aunque no es de mi sangre. Tengo un corazón y siento su dolor", declaró Moazzam al diario Gulf News.

“Si se enferma, no podemos llevarla al hospital porque exigirán una identificación. Ella no puede ir a la escuela a pesar de ser una niña brillante. Su futuro sufrirá por falta de una educación. Tiene ya seis años y debería estar en la escuela, pero sin documentos no puede asistir.

“Estoy preparado para adoptarla y enviarla a la escuela. Es por eso que estoy tratando de obtener sus documentos y por eso contacté con el periódico".

Para adoptar a Fathima, Moazzam necesita pasar por los tribunales de Filipinas. Incluso para comenzar este proceso, el niño debe ser reconocido como un ciudadano filipino y obtener un pasaporte para viajar. 

El cónsul general de Filipinas, Paul Raymond Cortes, aseguró que necesitan probar la relación de sangre para determinar si ella es realmente filipina, pero "¿cómo podemos hacer eso sin la madre o el padre? La policía y la fiscalía necesitan el ADN del niño y para eso la madre debe ser obligada a acudir a los tribunales".

Por su parte, la Policía de Ajman manifestó que estaban cooperando con la Embajada de Filipinas y garantizaría que la madre no sería arrestada si se presentaba para dar una muestra de ADN.

El caso, dijeron, actualmente no estaba en el Departamento Criminal, sino en una oficina de asistencia social de la autoridad, lo que significa que la madre no sería detenida.

Mientras tanto, Fathima sueña con obtener sus papeles y comenzar la escuela bajo la tutela de Moazzam. “Quiero aprender cosas nuevas y tener nuevos amigos, pero como no tengo los documentos, ¿cómo voy a hacer eso? No puedo", explicó la menor.

Abandonada en Emiratos Árabes una niña filipina de seis años
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