El acceso fácil y barato a sustancias dopantes en Dubai está atrayendo a "turistas de la droga" al emirato, según aseguran ex atletas olímpicos residentes en Emiratos con los que ha hablado el periódico The National.
Potenciadores de rendimiento como esteroides anabólicos, hormonas de crecimiento humano y testosterona están fácilmente disponibles en el emirato y cuestan la mitad que en Europa y América, sostienen dichos atletas.
"Me sorprendió la forma desenfrenada en que se consumen sustancias dopantes aquí en comparación con EE.UU.", dijo un ex levantador de pesas olímpico que ahora trabaja en Dubai.
"Me mudé aquí hace nueve años desde EE.UU., pero no había cultura de la droga en comparación con Dubai. Está más aceptada, las drogas son más baratas y fáciles de conseguir. Hay gente que viene aquí a tomar drogas", afirma el ex culturista.
El suministro de un mes de esteroides anabólicos -tomados para construir y reparar los músculos - cuesta alrededor de 100 dólares, en comparación con los 400 dólares al mes que puede costar en EE.UU., añadió.
La hormona de crecimiento humano es más cara y el suministro de 10 días cuesta alrededor de 1.300 dirhams, la mitad que en EE.UU.
Esto ha convertido a Dubai en un punto caliente para los que se dopan, dijo que el ex olímpico, añadiendo que en los países del CCG, los medicamentos se toman sobre todo por estética más que por rendimiento.
Los usuarios, lamenta, no son conscientes del peligro que corren. "Los riesgos aumentan cuanto más tiempo se toman estos medicamentos, es como la ruleta rusa", dijo.
El deportista aboga por una penalización del uso de medicamentos sin receta porque los atletas que los usan corren el riesgo de ser eliminados de la competición pero no se enfrentan a penas de prisión.
"La penalización de las drogas ayudaría a erradicar su uso. Si se emite una ley, todo el mundo se lo tomará en serio", dijo.
Se cree que los esteroides pueden crear adicción en el 30 por ciento de los usuarios y, aunque a largo plazo sus efectos son en gran parte desconocidos, los médicos afirman que pueden hacer que las células cerebrales mueran de forma prematura, fomentando la aparición temprana de demencia o de insuficiencia orgánica.
