jueves. 28.03.2024

Para una persona común y corriente un viaje en avión privado podría ser un sueño, aunque para individuos adinerados es solo un traslado rutinario que quieren realizar de la forma más confortable posible. Para algunos pasajeros ricos el mero confort no parece suficiente, dado que antes de embarcar especifican en una lista sus requisitos, muchos de las cuales resultan asombrosos o cuando menos raros.

Periodistas de The Telegraph, citados por RT.com, han realizado una investigación tras preguntar a representantes de empresas de aviones privados por los caprichos más raros de sus clientes.

"Uno de nuestros clientes de alto perfil está obsesionado con el color rosa. Así que tuvimos los asientos interiores del avión recubiertos con tela de color rosa, comida rosa, incluyendo gambas y pasteles, champán rosado, se oían las canciones de Pink Floyd, incluso el piloto llevaba una camisa rosa", admite la empresa PrivateFly.

Representantes de otra compañía, Jetsmarter, han comentado que hay clientes que "demandan mantas y almohadas específicas hechas de 100% cachemir. También hemos llenado una aeronave con lirios de Casablanca, simplemente porque un pasajero lo solicitaba".

En cuanto a las preferencias gastronómicas, empleados de la empresa Magnus Aviation mencionan que uno de sus clientes cada vez que viaja requiere un 'Filet-O-Fish' de McDonald’s recién hecho. Los empleados lo preparan justo antes del vuelo, porque el viajero quiere comérselo caliente.

"Otro pasajero preocupado por su salud no estaba seguro a dónde quería viajar, pero tenía que ser a un lugar donde crezcan cocos orgánicos". Con ese fin el equipo de PrivateFly lo llevó a una isla en Fiyi.

Las personas adineradas pueden pagar por un avión privado para llevar a sus mascotas, transportar un teléfono olvidado o bolsos adquiridos en rebajas. Además los clientes de alto perfil tienden a ordenar comidas de restaurantes y vinos franceses de alta calidad, según el artículo.

"Cada año recibimos solicitudes de personas que desean disfrutar de la Nochevieja dos veces. Así que satisfacemos sus deseos por 135.000 libras esterlinas (179.000 dólares) y volamos en el Gulfstream G650 (el avión más rápido del mundo) de Sídney a Los Ángeles para celebrar el Año Nuevo en las dos ciudades", cuentan empleados de PrivateFly.

Los caprichos de los ricos en aviones privados
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