sábado. 20.04.2024

Un tribunal kuwaití condenó este domingo en rebeldía a un libanés y a su esposa siria a la muerte en la horca por el asesinato de una empleada de hogar filipina.

El "caso de Joanna Demafelis" causó revuelo en febrero por los detalles escabrosos del homicidio: el cadáver fue descubierto en el frigorífico del apartamento, con signos de tortura, un año después de la desaparición.

Además, el suceso motivó una crisis diplomática entre Filipinas y Kuwait, y de rebote con todos los países del Golfo, tras la prohibición del presidente Duterte de que más compatriotas acudan en busca de trabajo a un país que ya cuenta con un cuarto de millón de filipinos. En todo el área del Golfo se calcula que residen y trabajan unos dos millones.

La sentencia debe ayudar a aliviar la crisis, que trajo como contrapartida la detención de miles de sin papeles filipinos en Kuwait. Todo dependerá ahora de los trámites de extradicción del matrimonio condenado, un libanés –detenido en Trípoli– y una siria, encarcelada en Damasco, tras una brillante intervención de la Interpol.

La subsecretaria de Filipinas para Asuntos de Trabajadores Migratorios, Sarah Arriola, tenía programado este domingo sostener conversaciones con funcionarios en Kuwait sobre las condiciones de los trabajadores filipinos. Este caso ha reabierto la herida del maltrato hacia los millones de extranjeros pobres que trabajan en país del Golfo, en particular los cristianos. El régimen legal permite al patrón árabe confiscar pasaportes, prohibir vacaciones o cambio de trabajo y abusar físicamente de sus empleados con impunidad.

Tras el asesinato de Demafelis, Manila ha estado trabajando para facilitar el regreso de sus ciudadanos que desean salir de Kuwait, incluidos aquellos que han perdido su residencia.  

El embajador de Filipinas en Kuwait, Renato Pedro Villa, que no quiso hacer comentarios sobre el veredicto, señaló a la agencia de noticias AFP este domingo que su país ya ha repatriado a 4.000 ciudadanos filipinos que viven en Kuwait sin la documentación necesaria. 

"Ahora estamos en conversaciones con las autoridades kuwaitíes para asegurar una amnistía que permitirá que regresen 6.000 filipinos más que viven sin documentos",añadió.

Condenada a muerte la pareja árabe que asesinó a su empleada filipina en Kuwait
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