El Tribunal de Casación de Abu Dhabi confirmó la decisión de los tribunales inferiores que dictaron la pena de muerte al hombre de 33 años y lo declaró culpable de asesinato, violación y otros cargos. La decisión fue presentada al presidente del país para su aprobación, de acuerdo con las autoridades judiciales.
El juez de la corte de casación también canceló las decisiones anteriores que pidieron al pakistaní que pagara el dinero de la sangre de 200.000 dirhams a la familia de la víctima. El juez manifestó en su fallo que el tribunal había tomado la decisión de condenar a muerte al hombre pakistaní por unanimidad. "La ejecución se llevará a cabo de acuerdo con las leyes islámicas", sentenció el juez.
El niño pakistaní, identificado como Azan Majid, desapareció el 1 de junio de 2017, después de ir a una mezquita cercana para rezar. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente en la azotea de un edificio en Muroor Road, donde se alojaba el menor con su padre y su madrastra.
Los registros judiciales indicaron que el acusado pakistaní, que tiene parentesco con el niño, abusó sexualmente y estranguló al menor con una cuerda. La policía reveló que el hombre se vistió de mujer para llevar a cabo el ataque y atraer a la víctima a la azotea.
Un informe psiquiátrico señaló que el pakistaní no sufría enfermedad mental y que era consciente y completamente responsable de sus acciones.
El Ministerio Público de Abu Dhabi había acusado al pakistaní de asesinato premeditado, violación, travestismo y conducir un automóvil sin número de matrícula. Tanto el Tribunal Penal de Primera Instancia de Abu Dhabi como el Tribunal de Apelación lo habían declarado culpable de todos los cargos y se le impuso la condena a muerte.
Negando los cargos, el hombre impugnó el fallo en el tribunal supremo de la capital. "Soy inocente y nunca he cometido ningún delito", dijo.
Cuando el juez le preguntó acerca de su confesión en la policía y la fiscalía pública, el pakistaní dijo que todo fue bajo coacción. "Los oficiales de seguridad me hicieron confesar los delitos", declaró el hombre.
El abogado que lo representaba también le dijo al tribunal que los fiscales no habían presentado pruebas suficientes. El juez del tribunal de casación, sin embargo, rechazó las reclamaciones y confirmó los fallos judiciales anteriores.
El padre pakistaní y la madre rusa del niño se negaron a tomar dinero de sangre del acusado cuando los funcionarios del tribunal les consultaron y les preguntaron si considerarían perdonar al hombre. Siempre han insistido en el castigo máximo para al asesino-violador de su hijo.
