viernes. 19.04.2024

La madrileña Isabel Galiardo, residente en Emiratos Árabes Unidos desde hace cinco años, ha creado en Dubai ‘The Inner Bridge’, un espacio para el conocimiento y el crecimiento personal, en el que desarrolla terapias individuales y de pareja y talleres grupales.

Con este espacio, Galiardo, licenciada en Comunicación y Máster en Counselling, pretende que sus clientes experimenten la alegría y la autenticidad de las relaciones reales y profundas, tanto personales como profesionales. La española ha explicado a EL CORREO DEL GOLFO qué pueden encontrar las personas que se acerquen a ‘The Inner Bridge’ buscando un cambio en su vida personal.

Aunque Galiardo tiene clientes de edades muy variadas, la crisis de los 40 suele ser un momento en el que muchas personas requieren su ayuda. “Cuando la gente llega al ecuador de su vida es un momento de revisar, de reevaluar qué quieren hacer porque se dan cuenta de que la vida no es eterna, que el tiempo es valioso”, indica.

Muchas de las personas que solicitan los servicios de Galiardo lo hacen en pareja pero también de forma individual. Se trata de personas que no tienen pareja pero desearían tenerla y al estar expatriados “se acentúa su soledad”, dice la terapeuta, porque no tienen cerca a la familia o a sus amigos íntimos. Con ellos, Galiardo se ocupa de que “desarrollen los recursos para manejar esa soledad y ese dolor con fuerza y a veces incluso plantear si realmente hacen falta cambios prácticos”.

La española les ayuda a “desarrollar herramientas internas para tener una mayor fortaleza, para desarrollar capacidad de introspección y de análisis y también de comprensión de uno mismo y aprender a tratarse bien, con cariño, con pasión, con empatía”. En este sentido, Galiardo asegura que le gusta potenciar el “amor propio” de sus clientes, entendido como “el conocimiento de uno mismo que permita después cuidarse a sí mismo”.

"Desarrollar herramientas internas para tener una mayor fortaleza, para desarrollar capacidad de instrospección y de comprensión de uno mismo y aprender a tratarse bien" 

Aunque en ‘The Inner Bridge’ no trata directamente a niños o adolescentes, Galiardo sostiene que la atención que presta a las parejas tiene también un reflejo en sus hijos. “En la medida en que los padres se hacen más adultos, más maduros y más conscientes eso va a repercutir inmediatamente en la educación de los hijos”, afirma, añadiendo que “cuando una pareja desarrolla dinámicas maduras, donde hay una consciencia, una manera de estar que tiene que ver con asumir quién soy y qué quiero, se evitan muchos daños en los hijos”.

Los niños, explica, son grandes víctimas cuando conviven con una pareja en crisis porque “tienen una enorme sensibilidad, absorben todo lo que está pasando en el entorno y, como todavía no tienen la madurez para entender que no son el centro del universo, tienden a culpabilizarse por lo que está sucediendo, posicionarse para salvar al progenitor que sienten que está más desvalido y esto genera una enorme desestabilidad en la familia”.

De la misma forma en que absorben lo malo, indica Galiardo, sucede lo contrario y “en la medida en que se trabaja la pareja los hijos se sienten seguros, se sienten vistos y escuchados”. La comunicación, sostiene, es fundamental cuando se habla de educación tanto si hay problemas entre los padres como si no. “Siempre soy partidaria de que a cualquiera que tengas en tu vida hay que aprender a verlo tal y como es, amarle y respetarle”, dice, señalando que los hijos, aunque están bajo la custodia de los padres, “tienen su propia existencia y merecen tener ese espacio de respeto y de escucha desde que son muy pequeños”.

"Los niños son grandes víctimas cuando conviven con una pareja en crisis porque tienen una enorme sensibilidad y absorven todo lo que está pasando en su entorno"

Cuando se ponen en contacto con Galiardo, “el 90 por ciento de las personas que vienen es porque realmente ya han probado otros recursos y han intentado gestionarlo por sí mismos o han buscado apoyo en la familia o en otros profesionales y no ha funcionado”. Las parejas que acuden a ella, revela, tienen un “grado de necesidad importante”. En estos momentos, Galiardo siempre quiere ser “muy clara” con ellos y avisarles de que en el “viaje de exploración y comunicación en el que nos vamos a embarcar no hay garantías”. Es posible que la pareja termine decidiendo que no hay futuro para ellos pero, en ese caso, Galiardo les acompañará también en el proceso de separación. En el caso de que decidan salvar la relación, indica “desarrollamos un enfoque de qué aspectos hay que trabajar y hay un compromiso para trabajar”.

De entrada, Galiardo se muestra convencida de que con intervenciones como las que ella realiza las personas pueden llegar a cambiar. “Por supuesto que se puede cambiar pero requiere mucho esfuerzo, requiere el valor de querer mirarse, con total honestidad, y descubrir quién soy, mi lado oscuro, lo que nunca he querido mirar porque me avergüenza o es incómodo”, sostiene.

Según la madrileña, el primer paso para el cambio es el autoconocimiento. “Primero hay que tener el valor para mirar, cuando uno se pone a mirar somos todo un universo, es fascinante”, considera. La sociedad actual, explica, “está muy enfocada a lo de fuera, cuidar el cuerpo, ir al gimnasio, llevar ropa bonita, estar informados de lo que le pasa a otros pero estamos bastante perdidos en cuanto al autoconocimiento, saber quién soy yo, quién es esa persona con la que convivo a diario”. Empezar el camino del autoconocimiento, considera, “es muy liberador y en momentos doloroso porque te tendrás que enfrentar con tus miserias pero también con tus grandezas”.

Ese proceso de autoconocimiento permite a la persona, dice Galiardo, salir del “piloto automático” con el que actuaba ante los problemas y “tener la oportunidad de darse un tiempo, respirar y escoger otra versión de sí mismo, otra manera de responder al entorno”.

Para poder llegar a ese punto, la consejera asegura que existen muchas técnicas, como la de llevar un registro escrito, que es muy efectiva porque “en el momento en que tú empiezas a nombrar las cosas, a ponerlas sobre el papel, empiezan a cobrar más sentido”. La meditación, apunta, también es una de las herramientas más efectivas porque “ayuda mucho a desarrollar ese observador en ti, esa parte neutra que puede ver las cosas sin verse arrastrado por las emociones, por las circunstancias”.

“Cuando empiezas a hacer este trabajo empiezas a descubrir esa parte, no se vuelve una cosa teórica que lees en libros de autoayuda sino que empiezas a experimentar esa parte en ti y esa parte es la que de alguna manera te limpia de todos esos condicionamientos y puedes coger otra forma”, explica Galiardo. Dentro de cada persona, señala, “hay muchos personajes, esa es una parte más, la más importante”.

"El 90 por ciento de las personas que vienen es porque realmente ya han probado otros recursos y han intentado gestionarlo por sí mismos"

El este proceso de búsqueda, a Galiardo le gusta ver su trabajo como la de un mentor, al estilo de los maestros griegos, “una persona que tiene experiencia porque ha recorrido esos caminos y de alguna manera te da las fuerzas y las herramientas para que tú hagas tu propio camino de búsqueda”.

Para encontrar esa parte de uno mismo resulta fundamental, según Galiardo, pasar tiempo en soledad. “Creo que nuestra sociedad es una sociedad muy del ruido, de estar siempre ocupados y distraídos, hay muy poco espacio para ese reducto mío, donde yo me encuentro conmigo mismo y me conozco y me comunico y me escucho y a lo mejor lloro y a lo mejor estoy feliz, pero estoy solo, creo que no sabemos estar solos”, asegura.

Durante sus años de vida profesional, Galiardo ha ayudado a personas muy diferentes entre sí pero con algo en común “la soledad, el no tener de verdad un amigo con quien abrirse y ser verdadero”.

Actualmente, piensa, “predomina la pose, esta actitud de todos estamos muy contentos y mi propósito es que la gente pueda venir y ser ellos mismos, contar con apoyo y poder abrirte y poder compartir y ser tú mismo, quitarte la máscara”.

LUGAR DE ENCUENTRO GRUPAL

Además de encontrarse a sí mismos, Galiardo tiene el objetivo de servir de sus clientes puedan encontrar en el ‘The Inner Bridge’ un lugar de encuentro con los demás. “Mi deseo es que esa gente que tiene esas mismas necesidades, esa misma sensibilidad, se puedan encontrar, lo que quiero es crear un espacio donde gente con esas mismas inquietudes, sensibilidad pueda compartir y pueda enriquecerse, pueda desahogarse”, explica. Por ello, Galiardo imparte talleres grupales. “No te puedes imaginar lo que alimenta y lo que aporta escuchar a otra persona que se abre, que es verdadera, que muestra su humanidad porque sientes que estamos sintiendo lo mismo, pasando cosas muy similares, te sientes muy acompañado, muy entendido”.

En su espacio en Dubai, Galiardo ofrece diferentes tipos de talleres grupales en inglés, que pueden ser impartidos en español. Uno de los más recientes, es el de arquetipos, siguiendo el concepto de Carl Jung. Se trata de definir los diferentes patrones psicológicos que viven en cada participante. “El taller nos ayuda a identificar cuáles están presentes en ti y cómo puedes enfocarlos de manera constructiva porque un arquetipo puede estar perjudicando tu vida, saboteándola o dándote fuerza”. Para entender el concepto, Galiardo pone un ejemplo consigo misma y habla del arquetipo del rebelde, que ella también encuentra en su interior. “A mí la rebeldía en su aspecto constructivo me ha ayudado, para mí la libertad es muy importante, pero cuando está mal enfocado me convierte en una persona conflictiva, estoy siempre en una especie de oposición, hay una necesidad de rebelarme contra todo”, confiesa. En el taller, los participantes aprenderán a buscar ese patrón y entenderán cómo lograr que ese arquetipo esté balanceado.

Para más información visitar la página web ‘The Inner Bridge’

"La crisis de los 40 suele ser un momento en el que muchas personas requieren ayuda"
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