sábado. 20.04.2024

Los prejuicios y los clichés negativos contra el islam y el colectivo musulmán han decaído notablemente por tercer año consecutivo, según recoge el último informe del Observatorio de la Islamofobia en los Medios, publicado desde 2017 por la Fundación Al Fanar y el Instituto Europeo del Mediterráneo. El 63% de las piezas analizadas en el estudio no contienen elementos islamófobos, lo que representa una mejoría de 6 puntos con respecto al año anterior y nada menos que de 25 en relación a 2017.

El estudio fue difundido en diciembre pasado y examina datos de 2019. En esta ocasión, los periódicos rastreados fueron El País, La Razón, El Mundo, La Vanguardia y eldiario.es, cinco de las cabeceras más importantes de España en términos de influencia social y difusión. Según recoge el informe, titulado ‘Islamofobia estructural. Otro techo de cristal’, los artículos periodísticos estudiados ascendieron a 1.304, casi 600 menos que en 2018.

El documento, de 101 páginas, subraya la significativa mejoría en el tratamiento informativo de noticias relacionadas con el islam y la comunidad de musulmanes, objeto en los últimos años de percepciones sociales adversas. Con todo, la mayoría de las noticias publicadas en 2019 sobre el islam trataban temas negativos (63%). Mucho peor fue en 2018 (73%) y en 2017 (87%). De forma significativa, reseña el dosier, “crece el esfuerzo de los medios” por retratar al islam en relación a contenidos positivos.

Aunque la percepción social hacia el islam en los medios ha mejorado en los últimos tres años, aún se suele vincular con aspectos claramente negativos

El Observatorio se sirve de una herramienta de medición, que denomina Semáforo de la Islamofobia, y que utiliza el color verde para las piezas periodísticas libres de prejuicios, el ámbar para aquellas que conllevan signos de islamofobia pasiva y rojo para los casos de animadversión activa, especialmente graves. La plataforma web considera que los medios de comunicación tienen una clara responsabilidad en el “desarrollo del imaginario colectivo repleto de estereotipos, opiniones o imágenes distorsionadas del islam”. Justamente para combatir esta tendencia, se propone estimular “mensajes positivos de diversidad e interculturalidad que ayuden a la inclusión del colectivo musulmán”.

Aunque la percepción social hacia el islam en los medios de comunicación ha mejorado en los últimos tres años, aún se suele vincular con aspectos claramente negativos. El tema más abordado en la prensa en relación al islam es el terrorismo  (39%), mientras que la radicalización monopoliza el 21% de las informaciones. La mujer (31%), el velo (6,7%) y los refugiados (2,8%) también son asuntos muy vinculados con las noticias de contenido islámico. El tratamiento de la mujer musulmana ha mejorado sensiblemente con respecto a 2018. El 58% de los artículos de género no tienen sesgo islamófobo, ocho puntos por encima del año anterior. Y la polémica del velo sigue protagonizando una buena parte de los prejuicios: el 37% de los artículos sobre esta cuestión están consignados en rojo, mientras que el 16% tienen color ámbar. Quiere decirse, por tanto, que el 47% de las informaciones sobre el velo islámico ya no tienen carácter peyorativo.

El tema más abordado en la prensa en relación al islam es el terrorismo

El informe también señala a los medios que practican un “periodismo más ético y responsable” en términos de islamofobia. El periódico digital eldiario.es encabeza el ranking de cabeceras menos prejuiciosas: el 88% de sus noticias sobre el islam no contienen elementos ofensivos. Le sigue El País, con un 66%.

Una de las novedades de la última edición del Observatorio es el rastreo también de los comentarios de los lectores. Se analizaron las opiniones del 16% de los artículos y la mayoría (58%) no deslizaron juicios despectivos. Es significativo constatar que cuanto menos islamófoba es la información periodística, menos lo es también el comentario de los lectores. “Se confirma la cadena de transmisión entre la información y la opinión pública”, subraya el documento.

En sus conclusiones, el informe resalta el aumento “significativo del nivel de concienciación de los medios” a la hora de informar del islam, aunque muestra su preocupación por la persistencia de la “islamofobia pasiva”, que refleja la falta de cuestionamiento y el carácter estructural del problema. También lamenta la confusión habitual entre religión y política o entre islam y violencia. Y alerta sobre la “extranjerización de la población musulmana”, a la que se somete a un proceso de “exotización” y alejamiento de la realidad en que viven.

Bárbara Ruiz Bejarano es experta también en la lucha contra la islamofobia. Es vicepresidenta de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, que hasta hace tres años mantenía una dispositivo activo de asesoramiento y mediación. “La islamofobia se expresa de muchas maneras”, asegura. “Bien a través del discurso del odio, ofensas o rechazo”. Solo en 2017, el último año en que prestaron sus servicios, recibieron 547 denuncias. El 32% de todas ellas se referían a casos de difamación, calumnia o libelo. “Solo por ser musulmanes muchos eran acusados de terroristas y extremistas”, explica Ruiz Bejarano, doctora en Estudios Islámicos por la Universidad de Alicante.

Bárbara Ruiz Bejarano: “Solo por ser musulmanes muchos eran acusados de terroristas y extremistas”

El 17% de las denuncias aludían a cuestiones de discriminación y negación de derechos; el 12% a acoso y hostigamiento; y el 10% a campañas organizadas de grupos radicales. Los bulos y las noticias sin fuente provocaron otro 10% de las denuncias. Algunas de todas estas reclamaciones acabaron en la fiscalía que se ocupa de los delitos de odio.

La actividad de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia arrancó a raíz de un caso de discriminación escolar de una niña musulmana en Pozuelo de Alarcón por llevar velo en clase. La joven tuvo que cambiar de aula. “Se dispararon los casos y empezamos a recibir denuncias”, relata Ruiz Bejarano, que actualmente trabaja en el Instituto Halal de Córdoba. La falta de medios para gestionar toda la avalancha de reclamaciones empujó a la Plataforma a cesar en sus actividades de mediación y asesoramiento.

“España es un país plural”, sostiene. “Y me resulta increíble que se permitan este tipo de ataques. A los musulmanes se les relaciona con el terrorismo. Los acusan de que van a imponer la ‘sharía’ y que van a destruir nuestros valores. Negamos nuestro pasado islámico y lo extranjerizamos para rechazarlo”, lamenta al otro lado del teléfono.

Disminuye la islamofobia en la prensa española por tercer año consecutivo
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