Un fiscal está revisando la posibilidad de presentar cargos contra una empleada de un hotel en Ohio por sospechar que un hombre de negocios emiratí vestido con ropa tradicional podía tener vínculos con el terrorismo. El empresario de Emiratos no se conformará con con menos de 200 millones de dólares por daños y perjuicios físicos, psicológicos y financieros como resultado del "ataque".
El hombre de negocios Ahmed Al Menhali fue detenido por la policía a punta de pistola la semana pasada en un hotel de Avon antes de que la policía determinase que no era una amenaza. Los agentes respondieron a la llamada de la familia de la empleada que expresó su temor de que Al Menhali podría tener vínculos con Daesh.
La detención de Al Menhali se convirtió en noticia de primera plana en Emiratos Árabes Unidos y el resto del mundo. Las autoridades emiratíes han advertido a sus ciudadanos que no usen prendas de vestir tradicionales en el extranjero.
En delcaraciones al diario Khaleej Times, Ahmed Al Menhali, empresario y padre de tres hijos aseguró que no va a conformarse con menos de 200 millones de dólares en compensación por los perjuicios ocasionados.
"Pude ver el odio en sus ojos. Su intención era matarme", dijo Al Menhali, que estaba en Cleveland en el estado de Ohio para negocios y chequeos médicos.
El emiratí reveló que el incidente interrumpió un acuerdo de negocios por 70 millones de dólares en el que llevaba trabajando un año con una compañía farmacéutica en San Diego.
"Este incidente es un intento de interrumpir negocios con empresas que puedan aportar ingresos a los países del Consejo de Cooperación del Golfo. EAU obtiene la mayor parte de sus beneficios de la industria farmacéutica o la petrolera. Las personas involucradas no quieren que los países árabes se desarrollen el campo de la medicina", añadió Al Menhali.
Al Menhali manifestó que la policía y los funcionarios emitieron una disculpa y le han prometido una investigación completa. "Agradezco la disculpa, pero eso no significa que vaya a renunciar a mis derechos".
El emiratí de 41 años destacó que la recepcionista del hotel sabía la razón de su visita y quería interrumpir su negocio.
