El Tribunal de Primera Instancia de Dubai declaró culpable de varios cargos, incluida la trata de personas, a una banda de siete miembros.
El tribunal escuchó anteriormente que un hombre paquistaní de 23 años y dos mujeres indonesias alojaron a una niñera, también indonesia, en su apartamento en Dubai después de prometerle un trabajo. Sin embargo, más tarde fue vendida por 3.500 dirhams al principal acusado, un bangladesí de 37 años, para obligarla a prostituirse.
La encerraron en una habitación de una villa. El acusado principal y otros tres bangladesíes, incluidos dos fugitivos, fueron acusados de dirigir la villa como un prostíbulo.
Seis de los acusados fueron condenados a siete años de prisión, mientras que uno de ellos pasará un año en la cárcel. Todos serán deportados al final de sus penas de prisión.
El incidente ocurrió entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre del año pasado y se informó en la comisaría de policía de Al Muraqqabat. La niñera, de 30 años, dijo que llegó a Emiratos Árabes Unidos el 2 de febrero del año pasado y trabajó para una familia durante algún tiempo, pero luego renunció.
Durante la investigación, la trabajadora recordó la terrible experiencia por la que pasó después de que una mujer de su nacionalidad le presentara a otra que conocía a los acusados. "Me hicieron creer que trabajaría para una familia en Sharjah. Pero más tarde supe que me vendieron a un hombre, que me mantuvo prisionera en una villa donde había prostitutas.
"Les rogué que me dejaran salir, pero el principal acusado insistió en que trabajara para él, diciendo que me compró por 4.000 dirhams".
La niñera se negó a obedecerle y se abstuvo de comer. Finalmente, logró comunicarse con su hermana, quien la ayudó a llamar a la policía después de que compartió su ubicación en WhatsApp.
Un teniente de policía le dijo al fiscal que la hermana de la víctima hizo la denuncia. "Nos dijo que su hermana estaba cautiva en una villa en Al Hamriyah, Al Muraqqabat, donde la obligaban a prostituirse. Allanamos la villa después de obtener una orden de la acusación pública. Liberamos a la mujer cautiva y arrestamos al acusado".
Se encontró que la habitación estaba dividida, con una cámara de vigilancia en la puerta.
El fallo judicial puede apelarse.
