Dos mujeres fueron sentenciadas a seis meses cada una de cárcel por un tribunal de Dubai este martes por agredir a un oficial de policía de turno.
Las dos expatriadas canadienses, una gerente de desarrollo de negocios de 25 años y una gerente de diseño de 37 años, presionaron al oficial que les pedía que presentaran sus identificaciones, según escuchó el Tribunal de Primera Instancia. También usaron un lenguaje abusivo contra él.
El incidente ocurrió el 19 de julio del año pasado, cuando el oficial respondió a una llamada realizada por un taxista.
Durante la investigación, el oficial dijo que estaba de patrulla con un compañero cuando recibieron un informe sobre un problema en City Walk. "Un taxista nos dijo que trasladó a tres mujeres y un hombre a un edificio, pero que simplemente se fueron de su automóvil sin pagarle", declaró.
El policía luego fue al edificio. Y como el grupo no bajó incluso después de decirles que era un oficial de policía, le dijo al guardia de seguridad que lo llevara a su apartamento.
Las mujeres no dieron ninguna razón para no pagar al taxista y también se negaron a presentar sus identificaciones, detalló el oficial.
"Una de ellas dijo que se quejaría en la Embajada de su país mientras seguía hablando de manera inapropiada. Esa mujer también dijo que yo no puedo hacerle nada", apuntó.
Cuando finalmente obtuvo una identificación de una de las mujeres, ella gritó e intentó deslizar su mano en su bolsillo para recuperar su identificación. "La detuve. Ambas mujeres no me respetaron ni a mí ni a mi uniforme. Me hicieron retroceder".
Además, señaló que las mujeres bailaron burlonamente delante de él. Llamó al teniente a cargo en la comisaría de policía y le pidió que enviara a una mujer policía para detener a la pareja.
Se presentó una denuncia en la comisaría de policía de Bur Dubai. La fiscalía de Dubai las acusó de agredir físicamente y abusar verbalmente de un oficial de policía en servicio y consumir licor sin un permiso. Aunque el dúo negó los cargos, el tribunal las declaró culpables y ordenó su deportación después de finalizar su condena en prisión.
El fallo puede ser apelado.
