viernes. 29.03.2024

Cuando la residente de Dubai Candy Crasto fue detenida en el aeropuerto por un caso de cheque sin fondos de 2012, no tenía ni idea de lo que le esperaba. Era sólo el comienzo de un desastre financiero terrible que se prolonga ya desde hace cuatro años.

La sobrecargo de cabina de la India realizaba su primer vuelo después de un permiso por maternidad de un año cuando fue detenida en el aeropuerto y trasladada a la comisaría de Bur Dubai. Un cheque de 80.000 dirhams emitido en su nombre para una tarjeta de crédito con un banco con sede en Dubai fue devuelto por falta de fondos.

"Me sorprendió porque yo no tenía ninguna relación con ese banco. Depositamos el pasaporte de mi marido en la estación de policía y fui puesta en libertad para ir al banco a comprobar", declaró Crasto, de 33 años, al diario Gulf News.

"Cuando los funcionarios del banco sacaron los documentos del caso, vieron que estaba a mi nombre pero la fotografía era de un hombre, de inmediato se dieron cuenta de que era un fraude. En una copia de mi pasaporte habían reemplazado mi fotografía por la de un hombre, mi firma también fue modificada y el género figuraba 'masculino' ", añadió.

Sobre la base de los documentos obtenidos del banco y de la policía, era evidente que el estafador había robado su identidad había elaborado un pasaporte falso, así como un visado de residencia de EAU con todos sus detalles, su certificado de sueldo y el ID de empresa. Todos los documentos, sin embargo, fueron sellados y "dados por bueno" por el banco.

"Después de un año, pensamos que el caso había sido cerrado". Pero Crasto pensó mal. En marzo de 2013, Crasto fue detenida de nuevo en el aeropuerto.

"Tan pronto como me detuvieron, les dije se pusieran en contacto con la comisaría de Bur Dubai. Los llamaron y reconocieron que se trataba de un nuevo caso de fraude, y se utilizaron los mismos documentos", cuenta Crasto.

La policía aconsejó a Crasto presentar una demanda contra el estafador en la estación de policía de Al Ghusais. El estafador solicitó con las copias de los documentos de la azafata tarjetas de crédito y préstamos a cinco bancos en EAU por una suma cercana al millón de dirhams. 

Crasto se puso en contacto con los cinco bancos para limpiar su nombre. Dos bancos en cuestión de semanas aclararon sus casos policiales y otro banco borró su nombre en su sistema. Sin embargo, dos bancos, Abu Dhabi Islamic Bank (ADIB) y el Banco de Ajman, no han prestado atención a su petición. 

"La parte más frustrante es que estos bancos saben que se trata de un caso de fraude", añade Crasto.

Los casi cinco años que se han tardado en resolver los casos en su contra han causado estragos en la salud y la carrera profesional de Crasto. Desarrolló psoriasis debido a la tensión y no se ha promovido durante los últimos seis años debido a sus ausencias del trabajo, ya que ha estado asistiendo a vistas judiciales y recorriendo estaciones de policía.

La familia también usó sus ahorros para pagar a un abogado en las diversas etapas del problema. "Espero que las autoridades capturen a los responsables de esta pesadilla". Crasto no desea que nadie sufra su misma suerte. También quiere que su nombre se limpie tan pronto como sea posible.

"Sólo quiero que si mañana preciso de un préstamo de cualquier banco, no me cause problemas", concluyó.

La escalofriante historia de una azafata en Dubai a la que estafaron un millón de dirhams
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