miércoles. 24.04.2024

El hambre en el mundo aumentó el año pasado, superando el crecimiento de la población y alcanzando probablemente su nivel más alto desde 2005, ya que la pandemia del Covid 19 redujo los ingresos y el acceso a los alimentos, según las Naciones Unidas.

Según un informe de la ONU, 811 millones de personas, es decir, una décima parte de la población mundial, estarán subalimentadas en 2021. Las agencias de la ONU afirmaron que ahora será necesario un esfuerzo "masivo" si el mundo quiere cumplir su promesa de erradicar el hambre para 2030, y reiteraron su llamamiento a transformar los sistemas alimentarios.

Las consecuencias de la pandemia han puesto los alimentos sanos fuera del alcance de muchas personas, y el aumento de los precios de los alimentos de este año hasta su nivel más alto en casi una década es una mala noticia para los países más pobres que dependen de las importaciones. Los conflictos, el cambio climático y la recesión económica -principales motores de la inseguridad alimentaria y la desnutrición- siguen aumentando en frecuencia e intensidad, y se combinan cada vez más.

"Si el año 2020 ha sido un inmenso desafío para el mundo, también puede ser una advertencia de los desafortunados acontecimientos que se avecinan si no se toman medidas más decisivas para cambiar el rumbo", informo la ONU.

Entre 720 y 811 millones de personas sufrieron desnutrición el año pasado, según la ONU, que utilizó un rango medio de 768 millones debido a la incertidumbre del impacto de la pandemia. La mayoría de estas personas estaban en Asia. Alrededor de un tercio de la población carecía de acceso a una alimentación adecuada, una cifra que aumentó en 320 millones con respecto al año anterior, tanto como en los cinco años anteriores juntos.

El informe -la primera evaluación mundial de la inseguridad alimentaria tras la crisis de COVID-19- fue elaborado conjuntamente por organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Programa Mundial de Alimentos, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud.

El hambre en el mundo se dispara a sus niveles más altos de los últimos 15 años
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