jueves. 28.03.2024

En abril de este mismo año un joven futbolista colombiano narró a EL CORREO DEL GOLFO que había sido víctima de una estafa con un falso contrato para el Al-Wasl Football Club de Dubai somo señuelo. Contó su caso con el deseo de evitar que otras personas pudiesen ser engañadas y ya ha empezado a cumplir su objetivo porque su relato ha impedido que la historia se repita, esta vez, con un niño argentino de nueve años como víctima.

Jorge, el padre de Fernando, el pequeño futbolista, -los nombres de los implicados se han cambiado para preservar su intimidad-, explica a este periódico que todo comenzó tras la llegada del coronavirus. “Como en Argentina se dejó de entrenar empezamos a contactar con algunos de los clubes que le siguen en las redes sociales para poder viajar y entrenar fuera”, dice su padre. Pronto empezaron a recibir mensajes de alguien que se identificaba como representante de Al-Wasl Sport Management, una supuesta empresa vinculada al Al-Wasl Football Club de Dubai.

A través de numerosas comunicaciones en las que participaron varias personas, los supuestos reclutadores ofrecieron a Fernando que se trasladase a Dubai para estudiar y desarrollar su carrera futbolística. Sin embargo, había que cumplir un requisito previo, participar en un campus deportivo de 20 días en Camerún.

Como padre, a Jorge todas las cautelas le parecían pocas y, por ello, fue pidiendo diversa información que le alertó poco a poco del engaño. Al principio todo parecía normal. “Me dijeron que se encargaban de todo, papeles, visa, me mandaron fotos de las instalaciones… parecía bastante consistente”, cuenta Jorge. Sin embargo, a Jorge le resultaba extraño que el campus se celebrase en Camerún y recelaba del “pobre inglés” que manejaban sus interlocutores, que hablaban en francés.

Las sospechas de Jorge se fueron afianzando cuando los supuestos representantes de esta empresa le dijeron que tenía que pagar 320 euros de depósito para empezar todos los trámites. Le pedían hacer el pago a través de Western Union pero Jorge les propuso un medio de pago “más formalizado” para la transacción. “Les dije que me interesaba más una transferencia bancaria para poder investigar quiénes eran”, cuenta. Le pasaron una cuenta de Camerún y sus recelos aumentaron. Les pidió documentación y le hicieron llegar una carta firmada, supuestamente, por el coordinador de divisiones infantiles y el presidente del Al-Wasl.

Con todas las alertas encendidas, Jorge indagó por Internet y dio con la historia publicada en EL CORREO DEL GOLFO sobre el jugador colombiano, con quien pudo contactar y contrastar la documentación que ambos habían recibido, en teoría, desde el club emiratí. Con argumentos sobre la mesa, Jorge se dirigió a los supuestos estafadores y les pidió que le aclarasen la veracidad de su oferta. “Me dijeron que no sabían de dónde habían salido los papeles de este chico pero aseguraban que los suyos eran reales”, cuenta Jorge, que pudo comprobar que el número desde el que le enviaban los mensajes era de EEUU y que no había ni rastro de información sobre la supuesta agencia Al-Wasl Sport Management en Internet.

Llegados a este punto, Jorge hizo una contraoferta a sus interlocutores para destapar sus intenciones reales y les dijo que en lugar de adelantarles los 320 euros que le pedían les pagaría 1.000 euros pero lo haría personalmente cuando estuviesen en el destino. Después de varias conversaciones más y tras acusar a Jorge de hacerles pasar el tiempo, los supuestos reclutadores dejaron de interesarse por Fernando.

Intentan estafar a un niño argentino con una falsa carrera como futbolista en Dubai
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