No se imaginaba la peruana Judith Peixoto, que llegó a Emiratos Árabes contratada para trabajar en un salón de belleza de la zona de Al Barsha en Dubai, que en sólo unos años conseguiría el sueño de su vida: tener su propio restaurante donde cocinar platos típicos de Perú.
Decidida a emigrar para poder pagar los estudios universitarios de su hijo, Judith dejó su propia empresa de transporte escolar y viajó miles de kilómetros. Cuando llegó a Dubai vivía en una casa que compartía con ocho chicas.
Hoy tiene el más grande de los restaurantes peruanos y con las mejores vistas al mar de todo Emiratos. Además, en estas tierras es la única chef de su país, un campo laboral reservado con frecuencia a los hombres.
Hace un par de años, ya cercano el final de su estancia en el Golfo y decidida a volver a su país natal, acudió con unas amigas a celebrar su cumpleaños a Dubai Marina.Y fue ese día cuando cambió su vida: conoció a su marido.
"Era por la noche y él se acercó con un amigo para invitarme a bailar, yo no hablo muy bien inglés pero enseguida nos entendimos", recuerda Judith emocionada.
Le sorprendió cómo Rolf, que así se llama su esposo, de nacionalidad alemana, se movía al ritmo de salsa. Más tarde supo que había sido un consumado bailarín de la televisión en Alemania. Desde entonces hasta hoy no han dejado de verse.
Me recogía del salón y me decía "este trabajo no es para ti". "Le confesé entonces mi sueño, montar mi propio restaurante y dar a conocer la comida de mi país, un lugar pequeñito donde moverme con soltura en la cocina", añadió la chef.
Y entre los dos han conseguido la fusión perfecta, la fuerza de Alemania, rey económico de Europa, y el color y la imaginación peruanas. El orden y la displicina germanas se compenetran a la perfección con la alegría y el entusiamo de Judith.
El resultado, una comida excelente, sencilla y magistral servida en un enclave mágico. Uno puede pensar que está en cualquier puerto del Algarve portugués, o en una cala de Mallorca, o en el sur de Italia, o en una isla griega. Pero no: donde Judith y Rolf han creado su paraíso es Fujeirah, en la orilla del Mar de Omán.
El sonido de las olas en la playa, las luces de los barcos y la suave brisa del otoño de Emiratos unido a la buena música conforman hoy el espectacular marco del restaurante RJJ's, donde es posible disfrutar, ya sea al aire libre o en la primera planta del establecimiento, de exquisitas propuestas culinarias. Las de Judith.
La peruana espera con ilusión que llegue diciembre para celebrar la mejor fiesta de fin de año en Emiratos Árabes.
