Un juez británico ordenó este miércoles a un académico saudita que facilite el regreso al Reino Unido a su hija, de 21 años, que según sus abogados está “encerrada” en el Reino del Golfo por haber “besado a un chico”.
Amina Al-Jeffery, criada en Swansea (Gales) y con doble nacionalidad británica y saudí, se mudó al país en Oriente Medio hace cuatro años, donde vive con la libertad de movimientos restringida, según la sentencia de la división de familia del Tribunal Superior de Londres, que publica la agencia EFE.
Los letrados que la representan detallaron que han tenido problemas para comunicarse con la joven, que denunció su caso ante un representante del consulado británico en Arabia Saudita. Al-Jeffery afirmó que fue encerrada por su padre en una habitación con barrotes en las ventanas, privada de comida y agua, y le obligaron a afeitarse la cabeza.
Según sus abogados, el castigo se produjo después de que agentes de seguridad sauditas la detuvieran por besar y abrazar a un joven estadounidense, que por su parte se vio obligado a abandonar el país. Su padre, Muhammad al-Jeffery, profesor en la universidad King Abdulaziz University, argumentó a través de su letrado que sacó a su hija del Reino Unido para “salvar su vida”.
El abogado Marcus Scott-Manderson, cuyos costes han sido sufragados por el Ministerio de Asuntos Exteriores saudita, sostuvo que la joven se había comportado de forma “temeraria” y había “acudido a discotecas y pasado tiempo con hombres mayores” en el Reino Unido.
El juez británico admitió que no hay acuerdos recíprocos entre el Reino Unido y Arabia Saudita que obliguen a acatar su sentencia, si bien alertó de que el padre de la joven podría ser acusado de desacato al tribunal si no regresa con su hija antes del 11 de septiembre.
