Una mujer acusada de poseer 1.124 juguetes sexuales, material pornográfico y productos de mejora para ambos sexos apeló la sentencia de cárcel y una multa de 5.000 dirhams.
El caso se remonta al mes de enero de este año, cuando la policía de Dubia recibió información de un confidente. Los agentes encargaron al confidente que se comunicara con la egipcia de 31 años para comprar una muñeca sexual en enero.
Tras contactar con la egipcia a través de las redes sociales, el confidente aceptó comprar una muñeca sexual por 400 dirhams. La egipcia acordó reunirse con él para enseñarle cómo usar la muñeca sexual antes de que un equipo de policía secreta allanara el lugar y arrestara a la sospechosa. Más tarde, la policía registró su piso y se apoderó de 1.124 muñecas sexuales, dispositivos electrónicos, manuales, productos y artículos para mejorar el rendimiento sexual.
Los fiscales acusaron a la sospechosa de poseer juguetes sexuales y pornográficos con fines de distribución y promoción. En su defensa, la egipcia alegó que una china a quien conoció a través de Facebook, le pidió que vendiera los juguetes sexuales. La sospechosa se declaró inocente cuando compareció ante el Tribunal de Delitos Menores de Dubai.
Durante el juicio, la sospechosa sostuvo que los procedimientos de aplicación de la ley se llevaron a cabo de manera ilegal contra ella. También argumentó que los 1.124 juguetes sexuales confiscados y productos pornográficos eran para su uso personal.
El Tribunal de Delitos Menores encontró a la sospechosa culpable y le impuso una multa de 5.000 dirhams. Los fiscales recurrieron la sentencia primaria y le pidieron al tribunal de apelación que endureciera el castigo.
Mientras tanto, la sospechosa también desafió su sentencia ante el tribunal de apelación con el fin de ser absuelta.
El tribunal de apelación rechazó el recurso de la acusada y aceptó la de los fiscales y la condenó a un mes de cárcel seguida de la deportación.
La egipcia llevó entonces el caso ante el Tribunal de Casación reiterando su declaración de inocencia.
Su abogado argumentó ante la corte más alta de Dubai que su cliente no poseía los juguetes sexuales para venderlos en las redes sociales. Además, señaló que los procedimientos de aplicación de la ley se llevaron a cabo ilegalmente ya que la policía allanó la residencia de su cliente sin obtener la orden de los fiscales.
El abogado sostuvo que los materiales confiscados fueron importados del extranjero de manera legal y que la demandada no los poseía para su promoción.
Los juguetes sexuales y el material pornográfico no figuran como productos prohibidos y algunos de ellos hasta se venden en los mostradores de las farmacias y tiendas, especificó el abogado.
Este lunes, el Tribunal de Casación anuló el fallo de apelación y devolvió el caso al tribunal de apelación para que un nuevo panel de jueces celebre un nuevo juicio.
