Dos médicos, que fueron condenados por causar la muerte de un niño por negligencia, han sido multados con 40.000 dirhams cada uno. También se les ordenó pagar dinero de sangre a la familia del niño.
El Tribunal Supremo Federal de Abu Dhabi confirmó los fallos anteriores de los tribunales inferiores que dictaron la sentencia a los médicos asiáticos y los declaró culpables de causar la muerte del niño debido a un diagnóstico erróneo.
Según los documentos judiciales, el niño árabe, que tenía problemas respiratorios, fue trasladado a un hospital en un emirato del norte para recibir tratamiento.
Después de examinarlo, los dos médicos pusieron al niño en una máquina de oxígeno y luego lo dieron de alta. Sin embargo, la condición del niño empeoró después de salir del hospital y murió.
Un informe médico mostró que el niño había sufrido hipoxia y que un médico debería haberle proporcionado el oxígeno suficiente lo más rápido posible y asegurarse de que hubiera suficiente oxígeno en su sangre.
Las investigaciones demostraron que los médicos no trataron el problema adecuadamente al comienzo del tratamiento, lo que hizo que la condición del niño se deteriorara.
Después de la investigación, los fiscales acusaron a los dos especialistas de negligencia médica que resultó en la muerte del niño.
Los médicos negaron cualquier lapso en el tratamiento a lo largo de su juicio e insistieron en que hicieron bien su trabajo.
Un informe del comité médico técnico que fue designado por el tribunal explicó que hubo negligencia al tratar al niño porque los médicos no diagnosticaron al paciente correctamente. El comité aseguró que los médicos ignoraron algunos problemas técnicos y conocimientos básicos que todos los sanitarios especializados en su nivel deberían saber.
Tanto el Tribunal Penal de Primera Instancia como el Tribunal de Apelación condenaron a los dos médicos.
Sin embargo, los acusados desafiaron la sentencia en el tribunal superior de Emiratos Árabes Unidos, que rechazó su apelación y mantuvo las decisiones anteriores.
Asimismo, el tribunal ordenó a los médicos que pagaran un total de 200.000 dirhams en dinero de sangre a los padres del niño.
