jueves. 28.03.2024

Nadie podía imaginar hace un año que los profesionales de la aviación, trabajadores altamente cualificados y bien remunerados, perderían de un día para otro su empleo. Esta es la historia de tres pilotos salvadoreños, residentes en el Golfo Arábigo (Dubai y Muscat), que lejos de hundirse se reinventaron como empresarios gastronómicos.

"En junio, cuando me mandaron a casa sin sueldo, estaba planeando volver a San Salvador y esperar; fue entonces cuando recibí la llamada de Alejandro Acuña y José Navarro con la idea de abrir un restaurante; me lo pensé y en dos días acepté la propuesta", cuenta Gustavo Zolano, que es desde hace tres años piloto de Flydubai.

Obtener la licencia para abrir el negocio en Emiratos Árabes en plena pandemia requirió esfuerzo y calma, adentrarse en un mundo nuevo de burocracia. Tras seis meses de cumplimentar, llevar y traer documentos, en febrero de este año consiguieron al fin que el público entrara en el restaurante.

"Definitivamente es más difícil cocinar que pilotar un avión", afirman los tres jóvenes, que no dudan en asegurar que comandar los mandos de una aeronave requiere menos esfuerzo que moverse en la cocina.

Los pilotos salvadoreños se han reinventado como 'salvajes' cocineros. (EL CORREO)

"La respuesta de los clientes ha sido buena, pero el cambio de profesión es más duro de lo que se piensa; la comida es un producto delicado que debe llegar a la mesa en óptimas condiciones", detalla José.

Alejandro y José, que pilotaban los elegantes aviones de la aerolínea Oman Air, tienen a sus espaldas algo de experiencia en el sector de la restauración ya que se aficionaron a cocinar para los amigos ceviche en Muscat, donde residían. De esta forma, se convirtieron en expertos de este plato tan característico de los países hispanoamericanos del Océano Pacífico.

Ahora se mueven con soltura en la cocina igual que antes manejaban desenvueltos los mandos de la cabina. "Pensamos que esta situación no durará para siempre y creemos que más pronto de lo pensado volveremos a ejercer nuestra profesión, por ello ya hemos organizado como continuar con el restaurante cuando volvamos a volar", mantienen convencidos.

En el restaurante, denominado Cviche y que se encuentra en los bajos de uno de los impresionantes rascacielos de Business Bay frente al Gran Canal de Dubai, los salvadoreños han conseguido un ambiente marinero donde no falta la típica hamaca ni la bandera de su país. También han creado un vídeo de promoción turística para dar a conocer las bellezas de su tierra a todo el que se acerque. 

Gustavo (34 años), Alejandro (28) y José (32) nacieron en San Salvador, pero el destino, empujado por la crisis que nos ha dejado el coronavirus, les ha obligado a buscarse un nuevo futuro que han encontrado a pocos metros del Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo. A pesar de todo, siguen volando alto.

Pilotos salvadoreños en Dubai: De la cabina a la cocina
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