Un maestro del Corán fue absuelto de abusar sexualmente de una niña de 11 años mientras les enseñaba a ella y a sus tres hermanos en su casa.
Según las investigaciones del Ministerio Público, el asiático fue acusado de aprovecharse de la menor y manosearla en la casa de su familia.
La víctima afirmó que el acusado, que es un imán de una mezquita, les estaba enseñando el Corán a ella y a sus tres hermanos desde hacía dos años, y que solía ir a la casa por la tarde mientras su madre estaba en el trabajo.
Dijo que intentó besarla y tocarla varias veces sin que sus hermanos se dieran cuenta, y que la seguiría hasta el ascensor del edificio, acosándola también. Esto sucedió durante aproximadamente un año, dijo.
Según el diario en árabe Emarat Al Youm, la niña manifestó que no informó a su madre durante ese tiempo porque estaba avergonzada y asustada. Al final, decidió denunciar el asunto después de que no pudo soportarlo más y notó que había cámaras tanto en la casa como en el ascensor.
La madre de la víctima contó que, en septiembre pasado, su hija le dijo que el imán de la mezquita que le estaba enseñando en casa la acosó y la besó, y la siguió cuando iba a la escuela privada. La madre agregó que el acusado comenzó a enseñar el Corán a sus hijos hace unos dos años en el pasillo del apartamento, donde hay cámaras de vigilancia, pero él comenzó a acosar a su hija hace apenas un año. Afirmó que envió el contenido de las cámaras a la Policía de Dubai, pero le dijeron que no contenían ninguna prueba y que el sistema de grabación solo almacenaba imágenes durante un mes.
La madre preguntó a su hijo mayor, que tiene 14 años, si notó algo, pero él respondió que no.
El informe forense de la Policía de Dubai confirmó que no se observaron marcas aparentes en el cuerpo de la niña y que estaba sana. Mientras tanto, el imputado negó rotundamente las acusaciones en su contra.
El Tribunal Penal de Dubai ordenó la absolución del imán de la mezquita por falta de pruebas. Además, manifestó que no es lógico que el imputado cometiera estos hechos en presencia de sus hermanos, sin que ninguno de los dos advirtiera nada.
Agregó que las cámaras están ubicadas en un lugar visible en el pasillo, y aunque las grabaciones solo se guardan un mes, la víctima había manifestado que la última vez que el imputado abusó fue solo tres días antes de informar a su madre. Las grabaciones, sin embargo, no muestran ningún abuso por parte del imán a la niña.
