martes. 19.03.2024

La aerolínea australiana Qantas está realizando vuelos de prueba para evaluar el impacto en el cuerpo humano de un viaje sin escala entre Sydney y Nueva York. Este sería el vuelo sin parada más largo del mundo. Dura casi 20 horas y el vuelo servirá para realizar pruebas físicas sobre el desajuste horario, por lo que a bordo viajarán científicos.

Hasta ahora era Singapore Airlines la compañía que ostentaba el récord de pilotar el el vuelo más largo del mundo con su trayecto entre entre Singapur y Nueva York. O lo que es lo mismo, 16.000 kilómetros en 18 horas y 15 minutos.

El vuelo de Qantas saldrá este viernes 18 de octubre de la ciudad estadounidense y llegará a la australiana el domingo. Durante el trayecto se realizarán pruebas físicas y emocionales a bordo, de forma que los ocupantes no serán otros que unos 50 científicos e investigadores médicos. Con este recorrido, enmarcado dentro del Proyecto Sunrise (nombre de la expansión de los vuelos de ultra largo radio), se pretende ahondar en las causas y consecuencias del jet lag, entre otras cosas, y así encontrar mecanismos que puedan contrarrestar los efectos del desajuste horario provocado por los viajes de larga duración.

El aparato que pretende lograr este récord de la aviación es un Boeing 787 Dreamlinerde Qantas, especializado en recorridos de larga de distancia y una de las marcas más sólidas de Australia. Este avión en cuestión es más ligero y aerodinámico que la mayoría de los que transitan los cielos en estos momentos.

La idea es examinar los cerebros de los pilotos y demás tripulación junto con el resto de pasajeros para medir el nivel de alerta y, a su vez, estudiar cómo influyen las comidas, los ratos de sueño y la actividad en los viajeros en general.

La iniciativa tiene como finalidad mejorar el día a día de las personas que viajan en avión, que según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) llegará a casi 5.000 de personas durante este 2019. Y se espera que llegue a 8.200 millones en 2037.

Por su parte, la demanda de terapias que mitiguen los efectos del jet lag crece a un ritmo del 6% anual, generando unos costes de alrededor de 1.500 millones de euros acuerdo a los datos de BIS Healthcare, empresa empresa especializada en nuevas tecnologías de la salud, incluyendo más de 80 medicamentos.

Qantas realiza el vuelo comercial sin escala más largo del mundo
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