martes. 23.04.2024

Cientos de tarjetas publicitarias de servicios de masaje se distribuyen diariamente por los siete emiratos y los residentes se preguntan si los proveedores ofrecen en realidad profesionales del masaje o del sexo. 

Muchas de estas tarjetas muestran una imagen de mujeres jóvenes "semidesnudas", en su mayoría asiáticas. "Algunos establecimientos de verdad dan masajes legales pero utilizan esas imágenes para atraer a los clientes, esto es lo que le sucedió a uno de mis amigos, que huyó rápidamente del lugar", explicó Essam Mohamed, un residente de Siria en la zona Nuaimeya.

Assadullah M., un imán de Bangladesh, instó a los organismos afectados a tomar medidas, ya que muchos de los proveedores de masaje no tienen centros autorizados, "se instalan en apartamentos".  "Lo que es más grave es el masaje denominado como servicio a domicilio", aclaró Safar K. "Es muy sospechoso y anima al adulterio". 

Hassan Gamal, un abogado en EAU declaró al diario Khaleej Times que cualquier local que proporciona un servicio sexual se considera legalmente como un burdel. "Se considerará un burdel incluso si se anuncia como sauna, servicio de masajes o una instalación especialista en ejercicio físico". 

Amr Salah, un médico dermatólogo, explicó que ese tipo de masajes en burdeles suponen un gran riesgo para la salud de las personas. "Las enfermedades contagiosas se pueden transmitir fácilmente de un cliente a otro en un lugar se proporcionan servicios sexuales para hacer más dinero". 

Nagy Elsayed, un gerente de empresa, manifestó que un amigo suyo le dio el contacto con uno de estos centros de masaje por dolores de cuello y espalda. "En el momento en que entré en el lugar, que estaba en un apartamento, me di cuenta de que era un burdel, sobre todo cuando vi que las masajistas trabajaban en bikini". 

Ofrecían sus servicios de masaje a 300 dirhams por hora, agregó. "Algunos otros centros cobran por los mismos servicios desde 200 a 1.500 dirhams dependiendo del tipo del tipo de prestación". 

A finales de septiembre de 2015, la Policía de Ajman recibió varias quejas de los residentes en la zona de Al Nuaimeya sobre tarjetas de masajes en sus vehículos. Se iniciaron investigaciones y allanaron uno de esos centros en un piso donde encontraron tres mujeres, junto con un cliente y otros dos hombres escondidos en el cuarto de baño. 

La primera acusada declaró en la fiscalía que no podía dejar el empleo de trabajadora sexual al no encontrar otro empleo. A la segunda implicada le atrajo el 50 por ciento de los beneficios de sus servicios. Los seis sospechosos fueron juzgados en el Tribunal de Ajman, donde las tres mujeres fueron condenadas por trabajar como prostitutas a seis meses de cárcel cada una y la deportación.

Los dos hombres fueron encontrados culpables de distribuir tarjetas con el fin de publicitar 'servicios de masaje en un ambiente romántico' y fueron condenados a un año y medio cada uno de cárcel, seguidos de la expulsión del país. El cliente cumplió una condena de seis meses de cárcel seguidos de la deportación.

Servicios de masajes en EAU: ¿Profesionales de la salud o del sexo?
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