martes. 19.03.2024

Felisa Forteza, mallorquina de nacimiento, especialista en Desarrollo Transpersonal y coach de vida, tuvo desde muy joven la sensación de que se podía vivir de otro modo y de que había algo en la mente del ser humano que le hacía sufrir de una forma innecesaria. Su gran curiosidad por entender el funcionamiento de la mente y las causas del sufrimiento, le han llevado a dedicarse al crecimiento y desarrollo personal. Hoy reside en Dubai donde ofrece acompañamiento profesional a las personas en sus procesos de autoconocimiento y transformación. Además, es cofundadora del proyecto Happy Women Dubai, dirigido a elevar el nivel de bienestar emocional de las mujeres a través de talleres de autoconsciencia, respiración consciente y alimentación.

Está formada como especialista en Desarrollo Transpersonal. ¿Qué es la mirada transpersonal? 

La mirada transpersonal ve al hombre en su dimensión más espiritual y profunda. Es una forma de trabajar basada en el crecimiento personal y la autoconsciencia. Hasta hace relativamente poco la Psicología y otras disciplinas terapéuticas no habían tenido en cuenta la parte más esencial del hombre, aquella que va más allá de su personalidad o personaje. En cierto modo, se limitaban a aliviar los síntomas del desequilibrio emocional y no tanto a entender cuál era la raíz espiritual del mismo.

Le hemos escuchado decir que el ser humano sufre de manera innecesaria. ¿Se puede vivir sin sufrimiento?

En la vida hay experiencias que son dolorosas: una pérdida, un desengaño, un abandono, el dolor existe y no lo podemos evitar. Pero dolor y sufrimiento no son lo mismo; el sufrimiento es lo que nosotros generamos con la mente y añadimos al dolor fruto de nuestra interpretación y no aceptación de la realidad. Nos cuesta aceptar que la realidad es la que es y no la que debería ser, y que las personas son como son y no como nos gustaría que fueran. Queremos que la realidad se adapte a nuestras necesidades, deseos y expectativas y cuando las cosas o las personas no son como queremos que sean sufrimos y caemos en el victimismo. Mark Twain decía: “He tenido muchos problemas en la vida, pero ninguno ha ocurrido”. Se trata de observar qué es lo que no estamos aceptando y comprender que la mayoría de las veces no tenemos control sobre las cosas que suceden, pero sí sobre el modo en el que las interpretamos.

"El sufrimiento es el gran detonante, uno despierta por iluminación o por desesperación"

¿Es el sufrimiento el principal motor para cambiar a un estilo de vida más consciente y con mayor bienestar?

El sufrimiento es el gran detonante, uno despierta por iluminación o por desesperación. Normalmente estamos identificados con una parte muy limitada de nuestra personalidad, y cuando la vida nos arrebata alguno de nuestros roles, nos sentimos perdidos, vacíos y sin objetivo vital. Y nos preguntamos “¿y ahora quién soy?”. Si ya no puedo identificarme con mi puesto de jefe porque me han echado o con mi papel de madre cuidadora porque mis hijos se han ido de casa, o con mi rol de esposa porque me he separado. El sufrimiento y la pérdida nos deja solos con nosotros mismos y sentimos la necesidad de mirar hacia dentro para finalmente comprender que somos mucho más que nuestras identificaciones.

¿Cuáles son los problemas que más nos hacen sufrir?

Las causas del sufrimiento humano están siempre relacionadas con los mismos temas porque en el fondo todos deseamos lo mismo: ser vistos, reconocidos, amados y valorados. Generalmente, la gente que viene a consulta tiene una relación desequilibrada con la autoestima, la autoexigencia, la incapacidad de poner límites, la dependencia de aprobación externa o la presión por conseguir cosas. Son personas que se relacionan de una forma insatisfactoria con ellas mismas y con los demás, y por eso se sienten solas, incomprendidas y lejos de sí mismas. Aunque muchas veces no puedan explicar exactamente qué les sucede, todas tienen el deseo común de aprender a fluir en el presente y disfrutar más de la vida sin sentir ansiedad ante un futuro incierto.

¿Puede concretar?

En ocasiones el sufrimiento también lo genera la idea de no ser suficiente (suficientemente buen estudiante, buena madre, buena esposa, buen hijo). Por lo general, existe cierto punto de vacío existencial por falta de motivación y objetivo vital. La gente siente que lo tiene todo para ser feliz pero no lo logra. Las personas vienen para entender por qué hacen las cosas y por qué se sienten como se sienten. Quieren saber por qué saltan ante ciertas situaciones concretas cuando el del lado parece no estar afectado por esas mismas situaciones. Se trata de identificar qué hay en ti que hace que no puedas conseguir esa paz interior y ese bienestar.

"Yo no trato patologías o neurosis, que son competencia de la Psicología y de la Psiquiatría, lo que trabajo son problemas universales y existenciales propios de la naturaleza del ser humano"

¿A quiénes se dirige?

A personas con 'mentes sanas' que quieren llegar a ser su mejor versión y vivir con más plenitud. Yo no trato patologías o neurosis, que son competencia de la Psicología y de la Psiquiatría, lo que trabajo son problemas universales y existenciales propios de la naturaleza del ser humano. Actualmente vivimos toda una revolución en torno a la felicidad y el bienestar a nivel personal y social. Surgen proyectos de aulas felices, empresas felices o ciudades felices -Dubai quiere erigirse como ‘la ciudad más feliz del mundo’ en 2030-.

¿La mente nos manipula? ¿Qué papel juega en el ámbito de la espiritualidad y el crecimiento personal?

Hay una parte de la mente encargada de adquirir y acumular el conocimiento que nos permite, por ejemplo, conducir un coche de una forma mecánica, de modo que cada día no sea el primero, y hay otra parte de la mente (ego) que funciona como mecanismo de defensa y que busca protegernos para que podamos sobrevivir y ahorrar energía en nuestros procesos mentales. En este trabajo de protección, nuestra mente-Ego interpreta la realidad de una forma inconsciente, siempre tomando de referencia nuestras experiencias pasadas, así como las creencias, cultura y educación recibidas. El hecho de no cuestionar o confrontar continuamente nuestros pensamientos y reacciones automáticas nos hace vivir con el piloto automático y desconectados de nuestra esencia y de lo que realmente está sucediendo dentro y fuera de nosotros.

Habla de la consciencia y de lo importante que es en este proceso de autotransformación y crecimiento personal. ¿Qué es la consciencia?

La consciencia es la capacidad que tenemos los seres humanos de reconocernos a nosotros mismos y de tener conocimiento y percepción de nuestra propia existencia y de nuestro entorno. En definitiva, tiene que ver con poner atención y ser capaz de observar, de un modo neutro, lo que sucede y cómo estoy reaccionando ante ello, sin dejar que entren el juicio, las expectativas o los miedos. La consciencia nos proporciona información acerca del filtro con el que miramos e interpretamos la realidad, nuestros mecanismos de defensa, creencias, inseguridades y patrones inconscientes de comportamiento. La consciencia siempre aporta una mirada más amable, compasiva y empática del mundo.

Por ejemplo...

Cuando ponemos consciencia empezamos a ver a los demás como realmente son. Nos damos cuenta de que no necesitamos estar alerta y a la defensiva todo el rato. Entendemos que cada uno tiene sus circunstancias y su historia, y que la gente no hace las cosas para hacernos daño. Somos capaces de conectar con el otro sin verlo como una amenaza en la que proyectamos nuestros propios miedos.

"El autoconocimiento es la clave del bienestar emocional porque nos ayuda a entender cómo actuamos y cuál es nuestra forma de presentarnos al mundo"

En el fondo todos pensamos que nos conocemos. ¿Por qué dice que es tan necesario el acompañamiento externo para conocerse a uno mismo?

El autoconocimiento es la clave del bienestar emocional porque nos ayuda a entender cómo actuamos y cuál es nuestra forma de presentarnos al mundo. Es muy difícil reconocer nuestras identificaciones desde nuestra mente racional, por ello necesitamos una mirada externa que nos haga ver esa parte de nosotros mismos que no somos capaces de ver. Del mismo modo que no podemos ver nuestra espalda con nuestros propios ojos y tenemos que hacerlo a través del reflejo de nuestra imagen en un espejo. El acompañamiento externo nos amplia la mirada y nos da una perspectiva menos egoica de la realidad. Nos ayuda a madurar emocionalmente y a dejar de culpar a los otros por sentirnos como nos sentimos, y a entender que nadie tiene la capacidad de hacernos daño porque solo nosotros somos responsables de nuestras emociones. Conocerse y entenderse es una experiencia sanadora que transforma la relación con nosotros y con los demás.

P. Lo que cuenta puede resultar un poco abstracto y difícil de entender para algunas personas. Denos más detalles sobre su programa en consulta.

La espiritualidad, el desarrollo personal y el autoconocimiento son términos muy abstractos y difíciles de explicar, por eso hay que experimentarlos en primera persona y no tratar de entenderlo únicamente desde la razón.  Todos sabemos lo que nos hace bien, sabemos que hay que comer bien y que hay que hacer deporte, pero si no integramos este conocimiento en nuestro día no sirve para nada. Lo mismo pasa con el trabajo interior, que hay que introducirlo en nuestra vida de una forma práctica para que sea eficaz y tenga sentido. Y por eso en consulta utilizo un programa muy práctico y aterrizado de cinco sesiones que he llamado ‘Revisa tu vida’. En él, el cliente se para, mira hacia dentro y observa en qué momento vital se encuentra para descubrir lo que le impide avanzar hacia la vida que desea vivir y poder identificar cuando la voz del Ego obstaculiza y sabotea su desarrollo. En nuestra vida diaria no nos paramos a cuestionar nuestras emociones, pensamientos y reacciones, pero cuando lo hacemos el resultado es inmediato y muy gratificante. Sientes que tienes las riendas de tu vida, que puedes participar en ella y que eres el protagonista, abandonas el victimismo y dejas de pensar “esto es así y no puedo hacer nada”. Es un programa muy potente con una estructura y método determinados muy fáciles de aplicar.

P. Por último, ¿qué propósito se ha marcado Felisa con la labor que realiza?

R. Siento una especie de llamada o misión personal de trabajar en favor de la transformación global a partir de la transformación individual de las personas más influyentes, es decir, aquellas que regulan, lideran y toman las decisiones en el mundo. Creo que hay que conseguir un cambio de consciencia a gran escala. Tengo la sensación de que algo ya está cambiando en este sentido, por ejemplo, los hombres se muestran cada vez más interesados por el crecimiento personal, una inquietud tradicionalmente relacionada con la sensibilidad femenina. Los hombres sienten por primera vez que pueden mostrarse tal y como son, sin las presiones de una determinada imagen asociada a su género.  Entienden que mostrar las emociones, la vulnerabilidad y la imperfección no tiene nada que ver con la debilidad o el fracaso, sino más bien con la fuerza y la libertad interior.

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Para más información sobre el programa y la labor de Felisa Forteza pinchar aquí. 

“El sufrimiento es aquello que generamos con la mente y añadimos al dolor”
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