Cinco trabajadores de un control fronterizo de EAU que coquetearon con mujeres viajeras fueron multados con 100.000 dihams cada uno y sentenciados a tres años de prisión por el Tribunal Penal de Abu Dhabi.
Según los registros judiciales, revelados este miércoles, los trabajadores entablaban conversaciones con mujeres que pasaban por la frontera del emirato y les pedían sus números de teléfono. Luego les enviarían mensajes e intentarían convencerlas para que comenzaran relaciones con ellos.
Los hombres, cuyas nacionalidades y edades no se revelaron en los registros judiciales, fueron denunciados a la policía por sus gerentes, quienes los vieron hablando con turistas durante un período de varios meses, a partir de 2018.
Sus gerentes declararon que les habían dicho a los hombres que dejaran de tontear con las mujeres, pero ellos se negaron a prestar atención a sus advertencias.
La policía arrestó a los hombres y confiscó sus teléfonos, donde se recuperaron todos los mensajes.
Durante el interrogatorio, los trabajadores admitieron haber coqueteado con las mujeres e iniciar conversaciones por teléfono.
En el tribunal fueron acusados de embellecer el pecado, un cargo atribuido a cualquier acto considerado indecente según la ley Sharia, en este caso, una relación entre un hombre y una mujer solteros y sin parentesco.
El delito de embellecer una acción pecaminosa está recogida en la ley penal de EAU bajo el título, "Delitos que afectan a las creencias y prácticas religiosas".
Dichos delitos, si se cometen en público, se castigan con un mínimo de un año en prisión o una multa. Si no es en público, aún pueden ser sancionados con una multa o una pena de cárcel. El delito es exclusivo de la ley de EAU.
Los fiscales revisaron las imágenes de vigilancia tomadas en la oficina de control fronterizo que mostraban a los hombres hablando con las mujeres y sacando sus teléfonos móviles.
Los cinco hombres fueron condenados por embellecer el pecado y fueron sentenciados a tres años de prisión y multados con 100.000 dirhams.
Cuatro del grupo fueron suspendidos temporalmente de sus trabajos, mientras que uno fue despedido. El acusado que fue despedido fue condenado por separado por compartir información confidencial del trabajo con otros por engañar a sus colegas para que le dieran algunos de los datos de contacto de las mujeres, que luego compartió con el resto de los acusados.
El tribunal lo sentenció a tres años adicionales en prisión por compartir información confidencial de trabajo con otros.
