jueves. 28.03.2024

El campo de trabajo más grande de Qatar para empleados migrantes se ha convertido en una prisión virtual y está totalmente cerrado después de que cientos de trabajadores de la construcción se vieran afectados por el Covid-19.

La policía está vigilando el perímetro de una gran zona dentro del "Área industrial", dejando a miles de trabajadores atrapados en campamentos miserables y abarrotados, donde el virus puede propagarse rápidamente. Nadie puede entrar o salir, señalaron los trabajadores que viven en la zona, muchos de los cuales fueron contratados para los proyectos de infraestructura de la Copa Mundial de la FIFA 2022.

Dentro de los campos en cuarentena, los trabajadores describen una atmósfera de miedo e incertidumbre. Fuentes en el sitio declararon al diario británico The Guardian que algunos trabajadores estaban siendo despedidos sin pago hasta nuevo aviso y solo les dan comida y alojamiento. “La situación empeora cada día. Los trabajadores del campo 1 al campo 32 están encerrados. Mis amigos que viven allí están en pánico extremo”, declaró un trabajador de Bangladesh.

Un trabajador nepalí que vive dentro de la zona bajo encierro, dijo que tienen prohibido abandonarlo. “No se nos permite caminar en grupos o comer en una tienda de té. Pero aún puedes comprar comida y llevarla a casa. Estoy preocupado por mi familia en casa. No habrá nadie que los cuide si me pasa algo”, dijo. "La situación aquí es realmente tensa", señaló otro trabajador nepalí.

El bloqueo parece haberse aplicado después de que el Gobierno de Doha anunciara 238 casos del virus entre los "trabajadores expatriados" el 11 de marzo. Otros 113 casos, la mayoría de los cuales parecen estar relacionados con ese brote, fueron identificados durante los siguientes cinco días. Sin embargo, si bien la nación anfitriona de la Copa Mundial ha cerrado casi todos los espacios públicos ante la pandemia mundial, algunos trabajadores de la construcción que no han dado positivo por Covid-19 dicen que siguen obligados a trabajar, con poco más que la toma de la temperatura antes de empezar cada turno.

El número de infecciones en el Golfo está creciendo rápidamente con más de 1.200 casos anunciados por Qatar, Bahréin, Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.

El área industrial de Doha es una vasta extensión de almacenes, fábricas y alojamiento para trabajadores a aproximadamente media hora de la capital de Qatar. Es el hogar de cientos de miles de hombres, la mayoría de los cuales viven en dormitorios estrechos, a menudo llenos de ocho o 10 personas por una habitación, lo que hace que sea extremadamente difícil detener la transmisión del virus. Las cocinas e inodoros comunales compartidos por decenas de hombres son a menudo insalubres y cubiertos de mugre.

“¿Cómo pueden protegerse los trabajadores cuando la mayoría de los campamentos no tienen agua corriente y no tienen desinfectantes para las manos? ¿Cómo puedes hacer distanciamiento social en un campamento donde miles de hombres viven codo con codo? Ninguno de los consejos habituales funciona en un campo de trabajo”, sostuvo Vani Saraswathi, editor asociado de migrant-rights.org, quien vivió en Qatar durante 17 años.

Algunos trabajadores dijeron que se habían tomado el asunto en serio. “Estamos haciendo todo lo posible para mantenernos a salvo. El campamento estaba un poco sucio, así que limpiamos todo, cambiamos las sábanas y usamos spray para matar los gérmenes”, explicó un trabajador.

Hay alrededor de dos millones de trabajadores migrantes en Qatar , principalmente del sur de Asia y África oriental, que representan el 95% de la población activa. El número de migrantes ha aumentado rápidamente en los últimos años a medida que el país se prepara para organizar la Copa del Mundo en 2022.

A pesar de las medidas, Saraswathi advirtió que los trabajadores migrantes pueden enfrentar la peor parte de las consecuencias económicas del virus, en un país donde los salarios bajos y los pagos atrasados ​​son comunes.

La decisión sin precedentes del Gobierno de Nepal el miércoles de prohibir a sus ciudadanos volar a casa desde el Golfo y otros países gravemente afectados por el virus ha dejado a millones de inmigrantes nepalíes varados en el extranjero.

El virus convierte un campamento de migrantes en Qatar en una "prisión virtual"
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