La filial de la atención de salud de una escuela de medicina superior de Estados Unidos fue condenada a pagar 190 millones de dólares a las pacientes de un ginecólogo que en secreto las fotografió y grabó en vídeo, comunicaron este lunes los abogados.
Al menos 8.500 mujeres forman parte de la demanda colectiva que implica al Sistema de Salud Johns Hopkins en Baltimore, Maryland y al médico Nikita Levy, quien se quitó la vida en febrero de 2013.
En un comunicado, Jonathan Schochor y Howard Janet, los abogados de las demandantes, manifestaron que un acuerdo propuesto de 190 millones de dólares había sido aprobado por el Tribunal de la ciudad de Baltimore.
La cantidad se especula que es una de las más altas abonadas en los Estados Unidos en un juicio que involucra la mala conducta de un médico.
Levy era el médico de toda la vida de las mujeres de la comunidad en el hospital Johns Hopkins, y utilizaba una cámara oculta dentro de una pluma, entre otros dispositivos de vigilancia, para grabar a sus pacientes, el doctor se suicidó en su casa de las afueras de la ciudad dos semanas después de que surgieran las acusaciones, poniendo una bolsa de plástico en la cabeza y llena con helio. Tenía 54 años.
Antes de morir dejó una carta de despedida a su esposa, así como material informático que, según la policía de la época, contenía una "extraordinaria cantidad de pruebas."
El Sistema de Salud Johns Hopkins es el holding de una red de hospitales y clínicas afiliadas con la Universidad Johns Hopkins y la muy valorada y respetada universidad de medicina.
La empresa afectada declaró en un comunicado que el pago de la indemnización sería cubierto por el seguro.
