lunes. 20.05.2024

Lo primero que salta a la vista cuando se entra en contacto con Teresa Navarro, profesora titular de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga (UMA), es que se encuentra “encantada” con el trabajo que, fruto de una estancia de investigación, despliega desde el pasado mes de septiembre en la Universidad de Sharjah en Emiratos Árabes Unidos (EAU). Lo dice y lo reitera. “Hay motivación, respeto por las relaciones humanas, formalidad, medios e infraestructuras”. Los elogios salen de su boca en cascada. Teresa Navarro ha hallado a orillas del Golfo Arábigo lo que hace tiempo echaba en falta en España. Y además está abriendo camino. Prueba de ello es que, como consecuencia de un empeño personal, ha conseguido que por primera vez se estén desarrollando en la tierra que ha visto crecer grandes urbes como Dubai y Abu Dhabi programas de doctorado adscritos a universidades de España, lo que directamente la adentra en el terreno de las pioneras. Ella es de Almería y siempre le atrajo el desierto y sus hábitats. Y ningún lugar mejor que Emiratos Árabes para aplicar los conocimientos y experiencias adquiridas de la mano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Málaga en distintos puntos de Europa y de África. Su larga trayectoria profesional la ha llevado de Montpellier a Bruselas y de Marruecos al Congo. Y ahora en Sharjah, un emirato muy conservador y de profundas tradiciones islámicas, se afana por planificar proyectos y dirigir tesis doctorales, junto con el profesor egipcio Ali El Keblawy, que alcanzan a los campos de la ecología vegetal y la conservación de la biodiversidad en ecosistemas desérticos. Materias muy pegadas a las necesidades del territorio: analizan la forma de combatir la desertificación, estudian plantas invasoras para hacerles frente por medio de especies autóctonas o avanzan a grandes pasos en el terreno de la restauración vegetal. Todo un avance. Son las consecuencias directas del convenio marco suscrito por las universidades de Málaga y de Sharjah, un acuerdo que además ha hecho posible que la institución académica andaluza ya cuente con una oficina permanente en Emiratos Árabes. A medio plazo habrá también oficina de Sharjah en Málaga. Y sólo es el comienzo ya que las expectativas que se abren son numerosas y muy atractivas.

La profesora Navarro asegura que en esta “fructífera colaboración” juega un determinante papel el alto nivel de la Universidad de Sharjah, que con 12.000 alumnos y a sólo 18 kilómetros de Dubai conforma junto a la Universidad Americana el principal campus de Emiratos Árabes, un proyecto presidido por el jeque Sultan Bin Mohanmed Al Qasimi, gobernante de Sharjah y persona empeñada en impulsar el desarrollo tecnológico, académico y cultural del país del Golfo. Pero si algo ha encandilado a la profesora almeriense es el buen ambiente que se respira en la Universidad de Sharjah, el respeto que preside las relaciones entre profesores y alumnos, la vocación de todos los implicados en el proceso formativo, el interés que genera cada una de las actividades o la disponibilidad de medios para impartir clases y desarrollar prácticas. Resumen: cordialidad, compromiso y excelente predisposición. Un conjunto que, según señala, hace que la vida y el trabajo sean en Sharjah “agradables”. Y reconoce que semejantes mimbres serían muchas veces deseables en las universidades españolas si se quiere alcanzar la excelencia en la educación. Subraya algo más: que también los edificios del campus inciden de forma directa a la hora de lograr que el día a día sea el más adecuado. Asegura que los grandes espacios, la belleza arquitectónica o la decoración crean el ambiente propicio para impartir enseñanza en condiciones óptimas. Hasta se eleva al estadio espiritual al revelar que cuando entra en el edificio central de la Universidad de Sharjah es como si penetrara “en una catedral: sólo se respira paz y tranquilidad”. Y quiere seguir haciéndolo convencida de que la simbiosis entre Málaga y Sharjah puede alumbrar un determinante puente de doble vía en lo educativo, lo económico y lo cultural entre Oriente y Occidente.

Teresa Navarro, "encantada" de educar en la Universidad de Sharjah