La Embajada de México en Emiratos Árabes Unidos cumple una década. Al frente de ella está Luis Alfonso de Alba, que lleva un año en el país como máximo responsable diplomático con el aval de una dilatada carrera de representación en destacados organismos internacionales como Naciones Unidas. A lo largo de este periodo, asegura De Alba, los dos países se han acercado, especialmente en el ámbito comercial. Sin embargo, el embajador cree que esa conexión no ha hecho más que empezar a forjarse y su objetivo es contribuir a fortalecer aún más esos vínculos. “Estamos en el inicio de una relación más intensa, más estrecha”, asegura.
En un panorama global donde la mayoría de los países solo piensan en la mejor forma de sortear este ciclo inflacionario, México apuesta por Emiratos Árabes Unidos como un aliado. El país del Golfo, explica De Alba, tiene “una visión de crecimiento mucho menos defensiva que el resto de los países” porque “cuentan con ingresos adicionales a lo esperado por los precios del petróleo y un control de la inflación bastante razonable”. Por ello, aunque las prioridades comerciales para México siguen siendo EEUU, América Latina y Europa, “Emiratos está resultando ser el espacio de oxígeno que nadie se esperaba para México”.
El embajador confiesa estar “sorprendido” al ver el elevado número de empresas “que cada día están interesándose en este mercado”. “No me esperaba que una empresa como Kavak, dedicada a la venta de automóviles de segunda mano con un sistema en línea muy innovador, pudiera tener como prioritario este mercado”, afirma De Alba. Según explica, Kavak hizo una inversión inicial hace tan solo un año y ya ha logrado cuatriplicarla y salir desde EAU a otros países como Omán, Qatar y Arabia Saudita. Otras firmas también están siguiendo estos pasos.
El embajador resalta que México está trayendo a Emiratos una amplia gama de productos manufacturados. El pasado año, informa la Secretaría de Economía de México, los principales productos mexicanos que entraron en territorio emiratí fueron los vehículos y autopartes; maquinaria y equipos eléctricos; electrodomésticos, instrumentos (fotográficos, cinematográficos, de medición, médicos y quirúrgicos); artículos de hierro y acero; bebidas, plásticos y hule, además de frutas, nueces y bebidas. “Ya no se trata solo de vender aguacates, que también estamos vendiendo, junto a semillas, muchísima miel, tequila y mezcal, sino que las posibilidades de mayor comercio de productos manufacturados son reales”, explica De Alba.
Y se muestra convencido de que esto es solo el comienzo de un futuro con muchas opciones. “Estamos en el inicio de una relación más intensa, más estrecha. Había una simpatía de los dos lados pero no acababa de cuajar porque no existía el suficiente conocimiento de las dos partes, de las oportunidades reales. Ahora lo veo más claro, especialmente en las últimas semanas”.
“Siento que falta organizar a los empresarios que tienen operaciones o interés en Emiratos y por eso surge la idea de crear un Consejo Mexicano de Negocios”
En este sentido, el embajador explica que “este arranque de año ha sido muy interesante” ya que acaba de llevarse a cabo una misión comercial emiratí que fue a México. A ello suma que el año pasado hubo un par de misiones comerciales de empresas mexicanas a EAU. “De los dos lados estamos afinando porque existía mucha voluntad de hacer cosas pero no había habido la capacidad de aterrizar y siento que este año va a ser el que vamos a aterrizar”, sostiene.
De Alba coincide con su antecesora en el cargo, Francisca Méndez, en la necesidad de contar con un nuevo órgano que ayude a las empresas mexicanas en la región. “Falta organizar a los empresarios que tienen operaciones o interés en Emiratos y por eso surge la idea de crear un Consejo Mexicano de Negocios”, dice el embajador. Cita como ejemplo de éxito el caso del Spanish Business Council. “En México hay mucha pequeña y microempresa que tiene voluntad exportadora pero que carece de la capacidad; si no se asocian, todo lo relacionado con los trámites se vuelve un obstáculo insalvable”, considera. “La coordinación de las empresas a través de asociaciones para compartir información y sumar esfuerzos es indispensable”, puntualiza.
En cualquier caso, advierte, México tendrá que marcar su propio ritmo en la relación comercial con Emiratos. “Los emiratíes quieren ir muy rápido y quieren, incluso, firmar un acuerdo macro no solo de libre comercio sino de inversión, pero nosotros vamos a tener que ir más despacio porque tenemos muchos tratados de libre comercio y numerosos frentes abiertos como el tratado con la Unión Europea, que está todavía en proceso de ratificación, los temas abiertos en el tratado con EEUU, tenemos pendiente el tratado con Ecuador y otro en proceso con Corea”, aclara.
En cualquier caso, se muestra abierto “a buscar una fórmula intermedia, que identifique a México como un área prioritaria para los emiratíes en términos de inversión que puede permitir un flujo de capitales más altos o la facilitación de comercio para productos mexicanos". "Hay espacio para un nivel más intenso de relaciones”, subraya.
“Hay una imagen muy positiva de México, la gente quiere a México”
Hasta ahora este acercamiento no se había producido porque había, a juicio del embajador, dos factores “que lo frenaban”. El primero “falta de consistencia” en la estrategia comercial a desarrollar en Emiratos. “Durante muchos años vinieron empresarios con una idea un poco abstracta de lo que era este país, venían más que nada buscando fondos y creo que eso está equivocado porque a estas alturas los fondos que tienen aquí, que no son pequeños, están más que colocados y ellos ya tienen la capacidad de identificar empresas sin que vengan a tocarles la puerta”. “Venir a buscar dinero no era necesariamente una buena idea y venir mal preparado a buscar dinero era peor”, subraya.
El segundo error, según el embajador, “fue que mucha gente vio este país como un país de destino y no le sonó muy atractivo porque es una población relativamente pequeña pero ahora se están dando cuenta de que lo importante no es lo que le vendes a los emiratíes para su consumo sino lo que los emiratíes son capaces de recolocar en toda la región”. Las firmas mexicanas están sabiendo ver, dice, que “este país se está transformando en un hub de distribución, quien le venda a Emiratos le está vendiendo a toda una región con las garantías de la legislación, la infraestructura y la interconectividad de Emiratos”.
Este cambio de perspectiva también está sucediendo a la inversa. De hecho, la balanza comercial se vuelca hacia territorio mexicano, donde Emiratos exportó en 2022 productos por un valor de 913 millones de dólares. Además, el total de las inversiones extranjeras directas (IED) de EAU en México hasta el año 2021 ascendió a 17.930 millones de dólares. Dichos capitales fueron colocados en los sectores de comercio, servicios y preparación de bebidas y alimentos. En 2020, la balanza comercial agroalimentaria y pesquera de México con Emiratos Árabes Unidos registró un superávit de 42 millones de dólares. Las exportaciones fueron por 44 millones de dólares y las importaciones por dos millones de dólares
“Los emiratíes antes veían a México como un mercado atractivo pero menos que Brasil, por tener una población más pequeña, pero no habían tenido en cuenta su capacidad exportadora. El comercio internacional de México supera al de toda América Latina junta porque tenemos una vocación comercial, con tratados de libre comercio con cerca de 40 países, que incluyen a la UE. Eso lo empiezan a ver aquí con mayor interés”, valora el embajador.
“Hemos tratado de que la Embajada sea un espacio donde se promueva el intercambio cultural”
Durante su primer año en Emiratos, De Alba ha podido comprobar que el aprecio de los locales por México excede el ámbito económico. “Hay una imagen muy positiva de México, la gente quiere a México” ya sea por su música, lo que ven en el cine o las series de televisión, donde es cierto que algunas se relacionan con temas como el narcotráfico, pero también se muestra “una imagen de una enorme riqueza patrimonial, por las pirámides, la arquitectura colonial, las playas, los colores, la comida, las artesanías, las tradiciones”.
La Embajada ha querido aprovechar ese interés con una intensa programación cultural. “Hemos tratado de que la Embajada sea un espacio donde se promueva el intercambio cultural y uno de los mejores ejemplos fue la última exhibición que tuvimos, donde invitamos artistas emiratíes y mexicanos a exhibir conjuntamente”, señala. También están colaborando con el Louvre, donde “muy pronto se expondrán piezas arqueológicas mexicanas prestadas por el Museo Nacional de Antropología”.
Además de la parte comercial, cultural y turística, expone De Alba, su tarea en la Embajada tiene una tercera pata, que es la que, a su juicio, “se puede desarrollar más”: la articulación o apoyo a la comunidad mexicana. “Son muchos los mexicanos que están aquí y muchos los que están en posiciones interesantes, importantes: servicios, actividad profesional, instituciones financieras… Esa es una tarea que me queda por hacer”, afirma.
“Una relación bilateral no se puede acotar solo a los temas donde hay coincidencias sino que también hay que tener la capacidad de abordar los temas donde se tienen puntos de vista distintos”
De Alba admite que, hasta ahora, su tarea político-diplomática “ha sido muy sencilla”. Emiratos y México compartieron espacio en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2022 y su relación fue “muy estrecha”. Ambos países muestran su interés por temas como el cambio climático. En este ámbito, De Alba está dando mucho apoyo a Emiratos ya que fue el negociador principal de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP) que se celebró en Cancún en 2010 y enviado especial del secretario General de la ONU para la Cumbre sobre la Acción Climática de 2019.
El embajador mexicano, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el ámbito multilateral con cargos como el de representante permanente ante Naciones Unidas en Nueva York, Viena y Ginebra.
Esta postura de entendimiento la mantiene también en otros temas donde “las realidades de ambos países son muy distintas” como el migratorio, el problema mundial de las drogas o la igualdad de género. “Una relación bilateral no se puede acotar solo a los temas donde hay coincidencias sino que también hay que tener la capacidad de abordar los temas donde se tienen los puntos de vista distintos”, concluye.
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Este texto se incluye dentro de los contenidos del Especial X Aniversario de EL CORREO DEL GOLFO publicado en marzo de 2023 (descarga en PDF)
