Estados Unidos vetó este viernes una resolución de las Naciones Unidas respaldada por Emiratos Árabes Unidos y casi todos los demás miembros del Consejo de Seguridad y decenas de otras naciones que exigían un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza. Sus partidarios lo calificaron como un día terrible y advirtieron sobre más muertes de civiles y destrucción a medida que la guerra entra en su tercer mes.
La votación en el consejo de 15 miembros fue 13-1 y el Reino Unido se abstuvo. La postura aislada de Estados Unidos reflejó una creciente fractura entre Washington y algunos de sus aliados más cercanos por el bombardeo israelí de Gaza. Francia y Japón estuvieron entre los que apoyaron el llamamiento a un alto el fuego.
En un vano esfuerzo por presionar a la administración Biden para que abandone su oposición a pedir el cese de los combates, los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto, Jordania, la Autoridad Palestina, Qatar, Arabia Saudita y Turquía estuvieron en Washington este viernes. Pero su reunión con el secretario de Estado, Antony Blinken, tuvo lugar sólo después de la votación de la ONU.
"¿Cuál es el mensaje que estamos enviando a los palestinos si no podemos unirnos detrás de un llamado para detener el implacable bombardeo de Gaza?" "De hecho, ¿cuál es el mensaje que estamos enviando a los civiles de todo el mundo que pueden encontrarse en situaciones similares?", preguntó el embajador adjunto de EAU, Mohamed Abushaha, después de la votación.
El embajador adjunto de Estados Unidos, Robert Wood, calificó la resolución de "desequilibrada" y criticó al consejo después de la votación por no condenar el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, en el que los militantes mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, ni reconocer el derecho de Israel a defenderse. Declaró que detener la acción militar permitiría a Hamás continuar gobernando Gaza y “sólo plantar las semillas para la próxima guerra”.
"Hamás no desea ver una paz duradera, una solución de dos Estados", dijo Wood antes de la votación. "Por esa razón, si bien Estados Unidos apoya firmemente una paz duradera, en la que tanto israelíes como palestinos puedan vivir en paz y seguridad, no apoyamos los llamados a un alto el fuego inmediato".
El bombardeo de Israel ha matado a más de 17.400 personas en Gaza (el 70% de ellas mujeres y niños) y ha herido a más de 46.000, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, que dice que muchos otros están atrapados bajo los escombros. El Ministerio no diferencia entre muertes de civiles y combatientes.
Abushahab, el diplomático emiratí, dijo antes de la votación que la resolución, que su país patrocinó, que había obtenido casi 100 copatrocinadores en menos de 24 horas, un reflejo del apoyo global a los esfuerzos para poner fin a la guerra y salvar vidas palestinas.
Después de la votación, expresó su profunda decepción por el veto de Estados Unidos y advirtió que el Consejo de Seguridad se está aislando cada vez más y “parece desvinculado” de su mandato de garantizar la paz y la seguridad internacionales.
El consejo convocó a una reunión de emergencia para escuchar al secretario general, Antonio Guterres, quien por primera vez invocó el Artículo 99 de la Carta de la ONU, que permite a un jefe de la ONU plantear amenazas a la paz y la seguridad internacionales. Advirtió sobre una “catástrofe humanitaria” en Gaza e instó al Consejo a exigir un alto el fuego humanitario.
Guterres dijo que la brutalidad de Hamás contra los israelíes el 7 de octubre " nunca podrá justificar el castigo colectivo del pueblo palestino ".
En Washington, el principal diplomático de Jordania dijo a los periodistas que las matanzas de civiles palestinos durante los bombardeos y el asedio de Gaza por parte de Israel eran crímenes de guerra y amenazaban con desestabilizar la región, Estados Unidos y el mundo en los años venideros.
Por su parte, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, criticó a Estados Unidos por seguir transfiriendo municiones al gobierno israelí “que contribuyen a la aniquilación de familias enteras”.
Y el director de la ONU para Human Rights Watch, Louis Charbonneau, dijo que al proporcionar armas y cobertura diplomática a Israel "mientras comete atrocidades, incluido el castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza, Estados Unidos corre el riesgo de ser cómplice de crímenes de guerra".
