sábado. 27.04.2024

Durante el Foro Global sobre Resiliencia celebrado este mes en el hotel Hilton Al Habtoor City organizado conjuntamente por la Policía de Dubai, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), el Centro de Resiliencia de Dubai y MCR2030, el Correo del Golfo tuvo la oportunidad de mantener un enriquecedor diálogo con Adelaida Peláez, funcionaria técnica senior de Climate Bonds Initiative, una organización internacional que busca empezar a movilizar capital hacia la acción climática en general y la resiliencia climática.

La idea de resiliencia climática no ha tenido mucha cabida en Latinoamérica debido a los presupuestos tan limitados que manejan los ayuntamientos y a la existencia de necesidades más apremiantes, al menos las percibidas por el ciudadano. Aplicar nuevos modelos hacia una resiliencia más robusta acarearía contraer más deuda, que es algo que la mayoría las autoridades locales prefieren evitar.

“El presupuesto es tan apretado y también hay falta de conocimiento por parte de las ciudades sobre este tipo de instrumentos de deuda, de financiamiento. Entonces la idea es como empezar a generar más capacidad en las ciudades de manera que empiecen a hacer una maduración de proyectos de capacidades financieras y últimamente puedan emitir un bono,” señala la experta colombiana.

Surge entonces la pregunta sobre qué partes participarían en la emisión de estos bonos. ¿Sería a través de recursos bancarios, de recursos de instituciones financieras, de inversores locales, nacionales o extranjeros, del sector público?

“Ahorita, los bancos multilaterales están apoyando mucho esto, bien sea en la formulación del bono pero también comprándolo. La idea es que estos fondos puedan salir al mercado y que cualquier inversionista que esté interesado pueda adquirirlos,” aclara Peláez.

Aunque en principio en Latinoamérica te van a decir que la resiliencia suena muy bonito y todo, llevar el pan de cada día a la mesa es más urgente, de hecho, una ciudad con una resiliencia robusta contribuirá de mejor manera a que haya comida en el hogar.

“Esa es una de las barreras. Claro, hay como otras necesidades más inmediatas, sin embargo la resiliencia es algo básico, es algo que es transversal a cualquier sector de la economía y acá lo que hay que enfocarse es el costo de no hacer nada. Al final es más caro recuperar la inversión que se hace en recuperación después de un desastre que la inversión que se hace pre desastre y en preparación. A la larga es más costoso reparar que prevenir,” señala la experta latinoamericana.

¨Estos eventos climáticos se están volviendo más frecuentes y más intensos, entonces es algo que a lo que sí o sí se tiene que prestar atención y sobre lo cual se tiene que tomar acción,” recalca Peláez.

En ninguna parte del mundo es fácil abrirse paso y conseguir que el Gobierno responda de manera práctica y tangible ante esta situación. Hay que lidiar con intereses creados y/o intereses políticos que no necesariamente pueden alinearse con metas ambientales a corto y mediano plazo. Actualizar o modificar un sistema de gobernanza que ha estado en vigor durante décadas puede requerir una enorme cantidad de recursos y procesos burocráticos, legales y de acción en el terreno.

“Hemos visto que hay una creciente concienciación por parte de los gobiernos, que se están creando planes de riesgo a nivel local y regional y eso es un gran paso. Entre más políticas se creen y más madurez haya, pues más fácil se puede avanzar en éste,” observa Peláez.

¿Cómo funciona este proceso desde Climate Bonds Iniative?

“Primero la idea es hacer toda asistencia técnica con ciudades. Hacer una evaluación de que tan preparada está una ciudad. También según el nivel de madurez, pues dar diferentes recomendaciones, bien sea desde empezar a organizar una gobernanza en el tema. Pues si el tema está más maduro, empezar a ver cuáles son esos proyectos que una ciudad tiene en su “pipeline” con respecto a resiliencia. Evaluarlos y constatar cómo está ese componente verde dentro de estos proyectos y que tan bien estructurados están. Si son productos robustos con un buen componente verde y un buen componente de resiliencia.

Pues ya, por un lado si se quiere emitir un bono verde, ver si se puede certificar desde Climate Bonds Initiative y también empezar a asesorar la estructuración del bono, No tanto desde la parte financiera, eso no lo hacemos nosotros, pero sí desde la parte del etiquetamiento del bono. El último objetivo es si ese asesoramiento de como emitir un bono y en lo posible constatar que si se puede certificar ese bono para que cuando salga al mercado represente ese mayor apetito hacia los inversores. El bono lo emite el Ayuntamiento por medio de cualquier entidad. Muchos con apoyo de multilaterales y nosotros pues simplemente certificamos. También puede ser una asociación pública y privada,” desdeña la experta en finanzas colombiana.

Ya se han emitido varios bonos soberanos en la región. Colombia ha emitido uno, Chile también. Ciudad de México ha emitido uno a nivel de municipalidad al igual que la capital colombiana Bogotá. “Han sido bonos verdes que se han emitido con el objetivo de recaudar fondos para cumplir las diferentes metas climáticas y ambientales de cada país,” recalca Peláez.

“Lo principal es esa necesidad de un mayor involucramiento por parte del sector privado para la financiación de resiliencia. Históricamente es algo que ha recaído mucho en los gobiernos, especialmente en los locales. Sin embargo, con el tiempo y para cumplir las metas que se tienen en resiliencia es una carga que si recae solamente en el sector público es muy pesada de gestionarla, por diferentes motivos. El sector público tiene presupuestos que son muy apretados, entonces acá el sector privado es crucial. Eso es lo primero. Lo segundo es que es bonito ver como se están dando esas sinergias entre diferentes actores, como se da esa cooperación entre diferentes ciudades.

La iniciativa del UNDRR, y del MCR 2030 es una oportunidad maravillosa para que las ciudades puedan conectarse entre ellas, aprender de las mismas y estar en constante formación para alcanzar este objetivo de resiliencia,” concluye la experta latinoamericana en finanzas y resiliencia.

Más de 500 delegados de todo el mundo participaron en el Foro Global sobre Resiliencia en Dubai que contó con tres días de sesiones, debates y paneles productivos sobre buenas prácticas, proyectos de futuro, ideas a poner en práctica, formas de trabajar de manera más efectiva, colaboración, relaciones entre instituciones, países y regiones. Todo dentro del marco de fomentar el principio de resiliencia climática global y en preparación para la Cop28 que tendrá lugar en Dubái en poco más de un mes.

Experta colombiana participa en el Foro Global de Resiliencia en Dubai
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