jueves. 09.05.2024

“Nuestra meta es que los colombianos se vuelvan a sentir parte de su Embajada en Emiratos”

Luis Miguel Merlano Hoyos inicia su andadura como embajador de Colombia en Abu Dhabi con la misión de intensificar las relaciones comerciales en el sector energético y de la seguridad alimentaria

Luis Miguel Merlano Hoyos, nuevo embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos, en su despacho de Abu Dhabi. (EL CORREO)
Luis Miguel Merlano Hoyos, nuevo embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos, en su despacho de Abu Dhabi. (EL CORREO)

Luis Miguel Merlano Hoyos es el nuevo embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos. El pasado mes entregó sus credenciales al presidente del país, el jeque Mohamed Bin Zayed Al Nahyan, en una solemne ceremonia celebrada en Palacio Qasr Al Watan de Abu Dabi. El diplomático colombiano llegó a Emiratos el 15 de junio. Su objetivo irrenunciable es contribuir a la mejora de las relaciones bilaterales con Emiratos y prestar un servicio más eficaz a la comunidad colombiana. Así lo ha anunciado en una entrevista ofrecida a EL CORREO DEL GOLFO. Para alcanzar esta ambiciosa meta cuenta en la delegación diplomática con un experimentado y comprometido equipo intregado por Jaime Pacheco Aranda, consejero y jefe adjunto de la Misión; Shery Fakih Name, jefa de la Sección Consular; Karolina Abbas, asesora senior de la Embajada y de la Sección Consular; y Ruba Idris, asistente.

¿Emiratos es un destino que le apetecía conocer?

La verdad es que sí. En el momento en que surgió la oportunidad no lo dudé dos veces. Hice mis maletas y vine con mi esposa. Mi decisión estaba tomada desde el primer día. Era un sí rotundo y veía muchas oportunidades. Tenía ya amistades del pasado acá, porque ya conocía el país de antes.

¿Por qué había estado aquí antes? ¿Vacaciones? ¿Temas laborales?

Amistades. Y, a raíz de esas amistades, vine de vacaciones porque me invitaron.

¿Y pasó bastante tiempo por aquí?

Alrededor de quince días hace unos 11 años. La primera y la única vez que había venido, pero aprendí mucho de la cultura de Emiratos. En 2008 fui a estudiar a la Universidad de Idiomas de Beijing. Hice amistad con muchas personas de Dubai y de Abu Dhabi, y los vine a visitar.

Y a día de hoy mantiene contacto con ellos.

Sí. Con uno de aquellos buenos amigos mantuve contacto por redes y una o dos veces al año nos saludamos. Uno de ellos es el segundo de la Embajada de Emiratos en China. Trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores y se acaba de ir en misión a Beijing.

¿Y conoce al embajador de Emiratos en Bogotá?

Sí. Tuve el placer de conocerlo. En esa primera avanzada que hice con mi esposa, él estaba acá, nos vimos en Dubai y nos tomamos un café. Luego, nuevamente, lo vi en la visita de la ministra Reem Al Hashimy en Bogotá. Yo esa semana estaba haciendo todo el proceso de instrucciones antes de venirme acá a tomar posesión. Y ahí tuvimos también la oportunidad de compartir un par de palabras.

¿Por qué le han nombrado embajador en Emiratos Árabes?

Yo creo que un factor muy decisivo del nombramiento fue la hoja de vida. Yo tengo una hoja de vida amplia y de experiencia internacional. Tengo estudios en Beijing, hablo algo mandarín y alemán. Vengo de un colegio alemán, viví en Alemania y en Costa Rica. Cuando terminé el bachillerato, estudié en la Universidad en Miami y he estado moviéndome por distintos países. Tengo maestrías en universidades reconocidas, como la de Columbia y la de Hong Kong. Viví en China y tengo una empresa allí desde hace más de 15 años.

Usted es muy joven.

Tengo 37 años, de los cuales he trabajado bastante. Unos 20 años en la empresa familiar de la mano de mi padre que la inició hace más de 50 años.

¿En qué campo desarrollaba su actividad profesional?

El grupo de empresas familiares se inició en el sector eléctrico. Mi papá es ingeniero electricista. Y después nos abrimos a distintas ramas pero mayormente del sector de energía y servicios conexos. Tenemos inversiones en el sector petrolero en Colombia también. En la empresa a título personal que tengo en China ayudamos a la gente a comprar en Asia y llevamos sistemas de estacionamiento en vía. Hacemos de todo un poco. Realmente el holding creció y se diversificó bastante en distintos frentes.

Aquí en el sector energético tiene todo el campo que quiera. ¿Qué metas se marca como esenciales?

Para mí, la principal meta que tenemos es volvernos a ganar a los connacionales. O sea, volver a que los colombianos se sientan parte de esta Embajada. Prestarles un buen servicio, colaborar con ellos, ayudarlos a hacerles ese cambio de cultura. Ya con eso habremos cumplido gran parte de nuestra misión. El segundo objetivo, y una vez que tengamos ese ambiente alrededor de nosotros positivo, es que nos apoyen en la gestión. Van a surgir muchísimas oportunidades en el ámbito comercial que nosotros vamos a fortalecer y a impulsar desde la Embajada brindándoles oportunidades. Eso es un trabajo mucho más político de ir abriendo puertas, de ir sabiendo como diplomáticamente entrar, posicionarse, ganarnos ese espacio y beneficiarnos de esas relaciones simbióticas que podemos tener entre Emiratos Árabes Unidos y Colombia hoy en día.

Y en esa relación, ¿dónde ve más oportunidades?

Para mí, hay dos sectores principales: uno el energético y otro el tema de la seguridad alimentaria, que es un foco fuerte en Emiratos Árabes Unidos. Nosotros tenemos en Colombia un país demasiado productivo que nos regaló el universo. Allá se tira una semilla de algo y crece un árbol. Y acá tienen esa necesidad en el lado energético. Nosotros, como pulmón del mundo con el Amazonas, tenemos que montarnos en todo ese proceso del calentamiento global y de la generación de energías renovables. Pero eso tiene un costo que nuestra economía hoy no tiene la capacidad económica para invertir. Ahí podríamos encontrar ese punto de apoyo en Emiratos.

En Cali se compra el kilo de granadilla a 2.000 pesos. Aquí se compra a 100.000 pesos. ¿Cómo lleva usted ese cambio?

Hay muchos productos que no se conocen. Y, como no se conocen, se dañan en la vitrina, lo cual lleva a que el precio sea mucho más elevado. Yo iniciaría haciendo buen mercadeo de ciertos productos que no se conocen para lentamente ir acercándonos a un precio más a mitad de camino.

Estaría bien si de esos 100.000 pesos gran parte revierten en Colombia.

Claro que sí, pero como lo que buscamos es un beneficio mutuo, yo quisiera que sea una relación de “gana-gana”. Si de los 100.000 pesos, yo puedo llevar a ese productor 50.000, yo soy feliz porque tengo un margen de 48.000 en Colombia y acá me estoy ahorrando 50.000. Yo creo que ese es el punto de todo negocio. Buscar un consenso y que todos ganen. Porque mientras todos ganen la relación perdura por siempre.

¿Y el tema del café? Históricamente aquí se ha dicho que había interés en que Juan Valdez tuviera una presencia sólida en este país y al final esa marca de café colombiano no acaba de llegar, aunque es muy demandada.

Me estoy empezando a empapar un poco de cómo ha sido toda esa historia. Ha habido muchos tropezones para que la marca llegara finalmente a Emiratos. No ha sido solo Juan Valdez. Hay otras marcas también. Pero la buena noticia es que Juan Valdez, alrededor del 15 de noviembre, debe estar abriendo la primera tienda en Dubai.

Esa es una importante noticia. ¿Se sabe ya la ubicación de la tienda?

Va a estar en Jumeirah Road. Hay mucha gente en Colombia interesada en traer café. Hay una marca que se llama Exótica que tiene unos cafés muy buenos. Está llevando el café un poco más allá con notas de sabor como si fuera un vino y lo están madurando en barriles.

Lo que se denomina un café gourmet.

Imagino que de ahí viene el nombre de Exótica. Y están usando a Dubai para distribuir ese café no solo a Emiratos Árabes Unidos sino a otros mercados de Asia.

De izquierda a derecha, Luis Miguel Merlano Hoyos, nuevo embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos, en su despacho de Abu Dhabi. (EL CORREO) 2
De izquierda a derecha, Luis Miguel Merlano Hoyos, Shery Fakih Name, Karolina Abbas y Jaime Pacheco Aranda, en la Embajada de Colombia en Emiratos Árabes. (EL CORREO) 

La comunidad juega en esta nueva etapa un papel determinante para la Embajada, pero usted ya indicó que lo importante es que se inscriban.

Claro que sí. El equipo con que contamos en la Embajada es muy reducido, pero muy comprometido. Nosotros vamos a poner de nuestra parte para mejorar sin recursos adicionales el servicio simplemente utilizando procesos. Pero también pedimos soporte de parte de los connacionales y los invitamos a que se inscriban en los registros de la Embajada para poder darnos la vuelta, ir a Colombia y pedir que nos aprueben recursos adicionales para poder atender mejor a todos los connacionales. Así podremos hacer los procesos más rápidos, poder dar mas citas, brindar mejor atención y que se sientan en casa realmente cada vez que vengan a la Embajada.

Que en Bogotá se entienda que aquí hay muchos colombianos.

Totalmente. Ese es el punto. Cuanto más colombianos se registren más podemos nosotros mostrar la necesidad en Bogotá para que nos asignen los recursos y poder atender a todos.

¿Dónde nació usted?

Yo nací en Barranquilla y estuve allí hasta los 16 años. Estudié en el Colegio Alemán y de ahí pasé a Costa Rica. Por los temas de seguridad, nos tocó abandonar el país en ese momento. De ahí seguí a Alemania un tiempo y luego a Estados Unidos.

O sea, que usted también ha sufrido esa situación de tener que salir del país como tantos miles de colombianos. ¿En qué época ocurrió?

A finales del año 2002 me fui de Colombia.

Pero se supone que en ese tiempo ya estaba la cosa mejor.

Entonces estaba en su máximo nivel de peligro por el tema de los secuestros. En ese punto salimos. Mucha gente se quedó fuera del país, pero yo siempre he tenido la intención de estudiar, aprender y volver para aportar a Colombia.

Y ha vuelto en determinado momento.

El país se volvió lo suficientemente seguro. Yo mantuve un perfil muy bajo, trabajando y generando empleo en Colombia. Ahora, desde otro frente, también lo estoy disfrutando. Tengo energía y fuerza para sacarlo adelante, brillar y tratar de que la Embajada sea ejemplo a nivel mundial para Colombia.

Aquí se sentirá seguro.

Totalmente. Un cambio muy positivo para aprender y poder replicar más adelante en Colombia.

¿Viene acompañado de su familia?

Sí, vine con mi esposa y mis dos hijos. Fue bastante movido todo. Pero ya conseguimos colegio para mis hijos y mi esposa también está feliz.

¿Qué valoración tiene de Emiratos?

Como país, me encanta. No veo cosas negativas que pueda mencionar en este momento, aparte del clima y ya uno se acostumbra. El tema de la seguridad es excepcional. Poder estar uno tranquilo y no preocuparse por cosas que realmente no debería por qué preocuparse, como dejar un celular y que se lo roben, dejar el carro abierto y que se lo lleven, caminar en una calle y que le roben. Eso da demasiada paz y demasiada tranquilidad. Admiro el sistema de liderazgo de Emiratos Árabes por su flexibilidad. Se van acomodando a las situaciones que siempre son cambiantes y no están amarrados a una constitución sólida al cien por cien sino que se van moviendo con el mismo desarrollo de la sociedad. Y esa flexibilidad es, en gran parte, clave del éxito y de los problemas que nos aquejan a otros países.

“Nuestra meta es que los colombianos se vuelvan a sentir parte de su Embajada en Emiratos”