sábado. 27.04.2024

La red consular de España se encuentra en "pésimo estado" debido al "deterioro imparable" que ha venido experimentando en los últimos años ante la falta de personal pese a un incremento en el número de españoles que necesitan ser atendidos en el extranjero y al mal estado en el que se encuentran muchas de las infraestructuras que albergan los consulados. Así se desprende del informe específico sobre esta cuestión elaborado por la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) y difundido la semana pasada, la mayoritaria entre los miembros de la Carrera Diplomática, y que ya se ha compartido con la cúpula del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación que encabeza José Manuel Albares.

El documento, realizado por un grupo de trabajo creado por la ADE el pasado marzo, ha analizado la situación de la red consular que componen 86 consulados generales, dos consulados y 92 secciones consulares de embajadas, así unos 500 consulados y vice-consulados honorarios y la ha comparado además con la labor que realizan las redes consulares de 12 países --Francia, Portugal, Japón, Alemania, Países Bajos, Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Suiza, Polonia e Israel--. Según denuncia, la "falta aguda de personal y de medios materiales" afecta "gravemente a la calidad de los servicios que se prestan a los ciudadanos", con la imposibilidad de obtener citas para algunos trámites y plazos que se prolongan el tiempo, lo cual "está repercutiendo muy negativamente en la imagen de España y de sus oficinas consulares y entraña, además, la pérdida de oportunidades de todo tipo (de inversión, de negocios, intercambios culturales...)".

En la actualidad, hay casi tres millones de españoles residiendo en el extranjero, una cifra que prácticamente se ha triplicado desde comienzos del siglo XXI, cuando había unos 900.000, y la previsión es que haya un "aumento drástico" en el número de inscritos en los consultados por la concesión de nacionalidad en virtud de la Ley de Memoria Democrática, con hasta un millón más. Esto "entraña el riesgo a corto plazo de colapso para muchas oficinas consulares, entre ellas gran parte de nuestros mayores consulados", ya que serán los más afectados. El fin del voto rogado también ha incrementado la carga de trabajo en las oficinas consulares, además de aumentar la participación de los españoles que residen en el exterior en las distintas elecciones. Son los consulados los que tienen que gestionar todo el proceso de voto en el exterior, lo que implica que "una parte sustancial de las plantillas deba dedicarse en exclusiva durante muchos días a las tareas electorales, en perjuicio del resto de servicios consulares".

Según explica el informe de la ADE, "las plantillas fijas de las oficinas consulares se mantienen prácticamente inalteradas desde hace veinte años" y en algunos casos incluso se ha visto reducido. "Las plazas temporales también se ven limitadas por las restricciones presupuestarias" y la necesidad de la autorización previa del Ministerio de Hacienda por lo que "ante la falta del personal necesario, fijo o temporal, algunas oficinas acaban dependiendo de los estudiantes en prácticas para la realización de algunas tareas". El informe también identifica un problema a la hora de cubrir plazas vacantes, tanto en el propio Ministerio como en las oficinas consulares. Según explica, en los servicios centrales del Ministerio en Madrid, "467 de un total de 1.373 puestos están vacantes, en gran parte debido a que los salarios que se ofrecen no son competitivos dentro de la propia AGE, como ocurre también con frecuencia en el exterior".

 Asimismo, advierte de "un gran atraso en la digitalización", subrayando que el Registro Civil se sigue realizando con anotaciones a mano y que aunque ya hay algunas aplicaciones informáticas estas están "desfasadas". Aquí, pone el ejemplo del Consulado General en La Habana, que ha tardado más de diez años en procesar las 192.000 solicitudes de nacionalidad que recibió entre 2008 y 2011 en base a la Ley de Memoria Histórica. "Pese al esfuerzo denodado del personal consular por ofrecer el mejor servicio posible con los escasos y deficientes medios de que se dispone, el celo y la buena voluntad de todo el personal del Ministerio no pueden continuar supliendo la falta de medios humanos y materiales", reivindica la ADE.

Para afrontar el problema de la financiación, propone "analizar la posibilidad de que la totalidad o una parte sustancial" de los 120 millones de euros (según datos de 2019) que genera la red consular vuelvan a Exteriores "para el mantenimiento y mejora de la red consular, como ocurre en otros países". Además, se plantea "estudiar un aumento de las tasas consulares", "las más bajas" respecto a los países estudiados ya que por ejemplo, España cobra 30 euros por tramitar un pasaporte, frente a los 96 de Francia o los 117 de Italia, y no cobra algunos servicios que otros países sí facturan, como la expedición de salvoconductos o los trámites de nacionalidad, por los que Italia cobra hasta 300 euros. En cuanto al problema de personal, "es urgente la actualización de los salarios en los servicios centrales" de Exteriores así como los del personal local contratado (colectivo PLEX) en todos aquellos puestos en el exterior en los que están por debajo del mercado local".

Desde la ADE se propone la realización de un "estudio riguroso de las necesidades y circunstancias de cada oficina consular" con vistas a aumentar sus plantillas con personal fijo, "acabando con el recurso sistemático a refuerzos temporales para atender necesidades permanentes". Igualmente, plantean "la posibilidad de externalizar algunos servicios adicionales a los visados" y "la creación de un 'call centre' en la sede del Ministerio en Madrid que atienda y filtre las llamadas a los teléfonos de emergencia consular. 

Diplomáticos denuncian el "pésimo estado" de la red consular española
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