Como todos los años, desde que el Burj Khalifa se erigió en el edificio más grande del mundo, las fiestas de fin de año siguen dando de qué hablar. El piso número 122 se convierte en el escenario de una de las mejores galas que se pueden esperar ese día, en la ciudad de Dubai y en los Emiratos Árabes Unidos en general.
A partir de las 18.00 horas la cena y la diversión están garantizadas: los huéspedes podrán deleitarse con un menú de hasta ocho platos entre los que destacan las trufas blancas y un filete de David Blackmore Wagyu. Además, el sitio no podría ser mejor: vistas inigualables del gran show de fuegos artificiales que incluyen una performance de luces y fuego proyectada en múltiples pantallas. Los precios de esta mágica noche rondan las Dh3.000 por persona y, además de la cena, ofrece una botella de champán y vino de bodega hasta las 1:00 am. Por otro lado, este año Downtown Dubai mostrará su mejor cara con un espectáculo nunca antes visto del cual muchos de los eventos permanecen aún en secreto.
En las vísperas de los días grandes de Navidad el entorno del Burj Khalifa exhibe un gran ambiente propiciado por las fechas y por el importante aluvión de turistas que ha recalado en los Emiratos Árabes Unidos, un Estado que precisamente en esta época vive el punto álgido de su temporada alta.
Miles de personas se dan cita a diario tanto en el Downtown como en el Dubai Mall o el propio Burj Khalifa, que desde jornadas antes tiene agotadas las entradas para poder encaramarse al que a día de hoy es el edificio más alto del mundo. Además, en la gran plaza situada a su pie el ajetreo es permanente. De hecho, uno de los puntos que más interés despierta en el Music Centre, un espacio escénico donde cualquiera que así lo solicite puede subir al escenario y, con su instrumento preferido, interpretar ante numeroso público la pieza musical que desee. El aplauso está garantizado.
