Dubai tiene estas cosas: un día vas a Lola Taberna a la celebración de su segundo aniversario y te encuentras sobre el escenario a una espectacular bailaora llamada Marga, de Sevilla, acompañada de un enorme guitarrista y cantaor llamado Chicho, de Córdoba. Y lo que en principio es una noche más acaba convirtiéndose por arte del flamenco en un momento para el recuerdo.
Es lo que ocurrió este lunes. Lola Taberna estaba vestida de gala. Sus mesas completas en la práctica totalidad. Ambiente muy español. Risas y charlas 'in crescendo'. Y presidiéndolo todo, Marga y Chicho. No es que la sevillana, palmera de excepción, bailara a lo grande; ni que el cordobés, del Campo de la Verdad, cantara y tocara de maravilla. Es que ambos desparramaban simpatía.
Viéndolos había muchos españoles: andaluces, catalanes, madrileños... Pero también de otras numerosas nacionalidades. Eso lo da esta tierra de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Y todos estaban encantados. Disfrutando en paz y buena armonía de un lunes prenavideño que hace que las calles de Dubai muestren ese animado ambiente que tanto gusta a los turistas que en estas fechas se acercan por aquí.
Y mientras asistían al espectáculo, la buena comida circulando por la mesas, asistidas por una legión de atentos camareros. La buena comida... y la insuperable bebida, que todo cuenta. Hasta hubo porrón para beber a chorro.
El chef, el gran Daniel Pérez Delgado, jerezano -a la vista queda que todo en Lola es muy andaluz-, comentaba sin dejar de atender sus quehaceres en la cocina, que en la celebración del segundo aniversario del restaurante estaban ofreciendo jamón ibérico, queso Entre Pinares, tortilla española, croquetas de pollo y, por supuesto, paella. Qué no falte. Y para culminar el ágape, "unos churritos".
Lola abrió sus puertas en el mes de diciembre de 2020 en Barsha Heights (ver localización) con la pandemia vigilando su puesta en marcha. Pero lo del Covid no ha supuesto para el restaurante problema alguno. Es más, desde entonces el establecimiento se ha convertido en referencia para numerosos residentes, entre ellos muchos españoles sin miedo a los lunares, a los farolillos y a los jamones colgados encima de la barra. Todo ello, más Marga y Chicho, fueron este lunes su incuestionable ADN.
Precisamente, si con alguien se muestra agradecido el chef Daniel Pérez es con "toda la comunidad española". "Nos ha acogido muy bien", subrayó. Tan bien que un lunes, que todos sabemos que no es el mejor día de la semana, tenían el aforo lleno. En gran medida, gracias a clientes que, según el cocinero, acuden al establecimiento "con mucha asiduidad, casi a diario".
Va tan bien Lola que lo que espera el chef es que la cosa siga elevándose y se perpetúe "otros cuantos años, por lo menos cinco". Un objetivo que, viendo lo que ocurre, no hay que ser un experimentado vidente para certificar que lo tienen al alcance de la mano.
