Arabia Saudita finalmente felicitó a Joe Biden este domingo por su victoria electoral, más de 24 horas después de que derrotara a Donald Trump, quien tenía estrechos vínculos personales con el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
El exvicepresidente de Estados Unidos se comprometió en su campaña a reevaluar los lazos con el Reino, exigiendo más responsabilidad por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de Riad en Estambul y pidiendo el fin del apoyo de Estados Unidos a la guerra de Yemen.
Mientras otros estados árabes se apresuraban a aplaudir al demócrata, el gobernante de facto saudí, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, permaneció en silencio sobre el voto de Estados Unidos, incluso cuando envió cálidas palabras al presidente de Tanzania por su reelección.
A las 19.32 GMT del domingo, el rey Salman de Arabia Saudita y su hijo, el príncipe heredero, felicitaron a Biden y a la vicepresidenta electa Kamala Harris por ganar las elecciones presidenciales, informó la agencia estatal de noticias SPA.
“El Rey Salman elogió las distinguidas, históricas y estrechas relaciones entre los dos países amigos y su gente que todos buscan fortalecer y desarrollar en todos los niveles”, agregó SPA.
La relación del príncipe Mohammed con Trump había proporcionado un amortiguador contra las críticas internacionales sobre el historial de derechos de Riad provocado por el asesinato de Khashoggi, el papel de Riad en la guerra de Yemen y la detención de mujeres activistas.
Esas áreas pueden convertirse ahora en puntos de fricción entre Biden y Arabia Saudita, un importante exportador de petróleo y comprador de armas estadounidenses.
"Lo único peor que Covid-19 sería BIDEN-20", escribió el usuario saudí de Twitter, Dr. Muna.
Sin embargo, una fuente política saudí restó importancia al riesgo de una fricción entre el Reino y los Estados Unidos, señalando los lazos históricos de Riad con Washington.
Pero el periódico Okaz de Arabia Saudita ofreció una sensación de incertidumbre sobre cómo se desarrolla el futuro para el reino. "La región está esperando ... y preparándose ... para lo que suceda después de la victoria de Biden", escribió en un artículo de primera plana.
Es posible que el Reino no tenga que esperar mucho. Neil Quilliam, miembro asociado del grupo de expertos de Chatham House de Gran Bretaña, declaró a la agencia de noticias Reuters que la administración Biden probablemente buscará señalar desde el principio su descontento con las políticas nacionales y exteriores de Arabia Saudita. "El liderazgo saudí está preocupado de que una administración de Biden y un Congreso hostil lleven a cabo una revisión completa de las relaciones, incluida la reevaluación de los lazos de defensa y, por lo tanto, probablemente emitan sonidos positivos y se muevan hacia el fin del conflicto de Yemen", dijo.
Arabia Saudita fue un partidario entusiasta de la "máxima presión" de Trump de duras sanciones contra su rival regional Irán. Pero Biden ha dicho que volvería a un pacto nuclear de 2015 entre las potencias mundiales y Teherán, un acuerdo negociado cuando Biden era vicepresidente de la administración de Barack Obama.
Abu Zaid, un cajero en un supermercado en Riad, manifestó que esperaba que Biden adoptara un enfoque diferente. "No estoy contento con la victoria de Biden, pero espero que aprenda de los errores de Obama y se dé cuenta de que Irán es un enemigo común", dijo.
Una fuente política saudí dijo que el Reino tenía "la capacidad de tratar con cualquier presidente porque Estados Unidos es un país de instituciones y hay mucho trabajo institucional entre Arabia Saudita y Estados Unidos". “Las relaciones entre Arabia Saudita y Estados Unidos son profundas, sostenibles y estratégicas y no son propensas a cambiar porque un presidente cambie”, dijo.
