domingo. 28.04.2024

Aviones de combate estadounidenses atacaron por sexta vez sitios rebeldes hutíes respaldados por Irán el viernes, destruyendo tres misiles antibuque que estaban preparados para disparar, según funcionarios estadounidenses. Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato dijeron que los ataques fueron llevados a cabo por aviones F/A-18 desde el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower, similares a los que han estado ocurriendo casi a diario esta semana.

En una declaración el viernes, el Comando Central de Estados Unidos señaló que el ataque se produjo alrededor de las 18.45 hora local en Saná, la capital de Yemen, y que los misiles apuntaban al sur del Mar Rojo y estaban preparados para ser lanzados. Agregó que Estados Unidos determinó que representaban una amenaza inminente para los buques mercantes y de la Armada estadounidense en la región, y por eso los atacó en defensa propia. El comunicado no explicó cómo se llevaron a cabo los bombardeos.

El presidente Joe Biden reconoció el jueves que el bombardeo de sitios hutíes, incluida una serie masiva de ataques el 12 de enero por parte de fuerzas estadounidenses y británicas, aún no ha detenido las operaciones de los hutíes a buques en el Mar Rojo que han perturbado el transporte marítimo mundial.

Al-Masirah, un canal de noticias por satélite dirigido por los hutíes, informó de que el viernes se produjeron ataques aéreos en la ciudad occidental de Hodiedah, dirigidos al barrio de Al-Jabaana en el oeste de la ciudad. La ubicación de los ataques estadounidenses no pudo ser confirmada.

Buques de guerra y aviones estadounidenses, en rápida sucesión, han derribado misiles hutíes a punto de ser lanzados en los últimos días, lo que subraya la creciente capacidad del ejército para vigilar, detectar y atacar actividades militantes en Yemen.

En la Casa Blanca, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, destacó el aumento de las misiones preventivas. "Esta es la cuarta acción preventiva que el ejército estadounidense ha tomado en la última semana contra los lanzadores de misiles hutíes que estaban preparados para el ataque, en este caso, misiles antibuque", dijo, añadiendo que los ataques de autodefensa tienen como objetivo mejorar la seguridad en las rutas marítimas.

Pero hasta ahora los ataques no han disuadido a los hutíes de atacar barcos en el sur del Mar Rojo o en el Golfo de Adén, que también han ocurrido casi a diario.

La administración Biden volvió a colocar a los hutíes en su lista de terroristas globales especialmente designados. Las sanciones que vienen con la designación formal tienen como objetivo separar a los grupos extremistas violentos de sus fuentes de financiación, al mismo tiempo que permiten que la ayuda humanitaria vital continúe fluyendo hacia los yemeníes. Y la Casa Blanca ha dejado claro que los ataques de represalia también continuarán.

"Siguen teniendo capacidad ofensiva y siguen dispuestos a utilizarla", dijo Kirby. "También tenemos mucha capacidad de defensa disponible y seguimos usándola también".

Durante meses, los hutíes han atacado barcos en el Mar Rojo que, según dicen, están vinculados a Israel o se dirigen a puertos israelíes. Aseguran que sus ataques tienen como objetivo poner fin a la ofensiva aérea y terrestre israelí en la Franja de Gaza que fue desencadenada por el ataque del grupo militante palestino Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel. 

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