viernes. 03.05.2024

El Gobierno de Islas Maldivas negó este martes que un proyecto de inversión financiado por Arabia Saudita de miles de millones de dólares fuera en realidad una venta de un atolón a los saudíes.

El rey Salman de Arabia Saudita realizará una visita este mes a la cadena de pequeñas islas del Océano Índico, que lleva sumida en una agitación política desde que Mohamed Nasheed, su primer líder elegido democráticamente, fuese depuesto en 2012.

El partido de la oposición en el país alertó la semana pasada de que el proyecto daría efectivamente el control a una potencia extranjera sobre la isla de Faafu en forma de colonización por el Gobierno de Arabia Saudita. Ha habido protestas públicas sobre el proyecto y  la venta del terreno.

La oficina del presidente maldivo, Abdulla Yameen, declaró en un comunicado que Faafu es parte de un "programa más amplio y multifacético para financiar un proyecto de inversión de miles de millones de dólares que abarca un desarrollo mixto, residencial y de lujo, y varios centros turísticos y aeropuertos. La administración refuta categóricamente las acusaciones de que el atolón ha sido vendido a una entidad extranjera".

También añadió que estaba trabajando con una serie de inversores internacionales para poner en práctica su programa de desarrollo económico.

La página web Maldivas Independent informó que la policía había acallado una protesta este viernes por los residentes del atolón Faafu y detenido a algunos de los manifestantes, que exigían detalles del proyecto.

El mes pasado los medios de comunicación locales y sitios web informaron que Yameen y los gobernantes saudíes tenían un interés especial en Faafu, que está a más de 100 kilómetros al suroeste de la capital, Male, y se compone de 26 islas en una cadena de aproximadamente 30 kilómetros de largo y 25 kilómetros de ancho.

Los funcionarios de la oposición aseguran que los residentes de Faafu se han comprometido a protestar contra la visita del Rey Salman para oponerse a cualquier usurpación de sus tierras.

El expresidente Nasheed, en exilio en Gran Bretaña después de que se les permitiera salir de la cárcel en su país para recibir tratamiento médico en el Reino Unido, ha formado una oposición unida con el objetivo de derrocar a Yameen.

A pesar de su reputación como un paraíso turístico, la cadena de islas en gran parte musulmana de 400.000 personas está luchando contra un gran número de jóvenes radicalizados que se alistan para luchar en las filas de Daesh en el Medio Oriente.

La oposición asegura que la influencia saudita en el país daría lugar a más radicalización.

Maldivas niega vender una de sus islas a Arabia Saudita
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