Al menos 12 personas murieron cuando un misil lanzado por rebeldes hutíes golpeó una casa en el distrito de Al Jawba de la provincia de Marib en Yemen el jueves, manifestó el ministro de Información, Moammer Al Eryani. Dos de las víctimas eran hijos del jeque Abdul Latif Al Qibli, un líder tribal local, dijo Al Eryani en Twitter.
Los rebeldes respaldados por Irán lanzaron una ofensiva contra la ciudad de Marib, la capital provincial, en febrero y han intensificado sus ataques en las últimas semanas. La provincia es el último bastión norteño del Gobierno reconocido internacionalmente, que tiene su sede en la ciudad portuaria del sur de Adén después de que los rebeldes invadieron la capital, Saná, a fines de 2014.
Los combates en Marib han suscitado preocupación por la seguridad de los civiles, incluidos unos dos millones de personas desplazadas de otras zonas de Yemen durante más de seis años de guerra civil. "Si el conflicto llega a la ciudad, sería un desastre para ellos", dijo al diario The National Basheer Omar, representante del Comité Internacional de la Cruz Roja en Yemen.
Al Eryani subrayó que los rebeldes hutíes continuaron "bombardeando de forma sistemática y deliberada aldeas y hogares" con armas medianas y pesadas, drones y misiles "para infligir el máximo número de bajas entre la población civil". Los ataques han obligado a cientos de familias locales y personas desplazadas a huir de Al Jawba.
El ministro no proporcionó más detalles sobre el ataque con misiles del jueves, pero la agencia de noticias AFP informó, citando fuentes militares, que el objetivo era una reunión de líderes tribales progubernamentales.
La Coalición militar árabe que apoya al Gobierno ha informado de cientos de víctimas hutíes de ataques aéreos casi diarios en Marib durante las últimas tres semanas. El jueves, la coalición liderada por Arabia Saudita dijo que 95 rebeldes murieron en ataques aéreos cerca de la ciudad de Marib, incluso en Al Jawba, a unos 50 kilómetros al sur, y Al Kassara, 30 kilómetros al noroeste.
El conflicto de Yemen se ha cobrado decenas de miles de vidas y ha desplazado a millones en lo que Naciones Unidas ha descrito como la peor crisis humanitaria del mundo.
Decenas de miles han sido desplazados solo en Marib este año, incluidos casi 10.000 personas en septiembre, según la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.
