El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha llevado a cabo este martes una reunión de emergencia a puerta cerrada para discutir la prueba de armas que Irán ha realizado durante el fin de semana y que ha incluido el lanzamiento de un misil balístico de mediano alcance.
El encuentro se produce en respuesta a una solicitud de Gran Bretaña, Francia y Alemania.
En una declaración emitida antes de la reunión, la representante permanente de Estados Unidos aseguró que la acción iraní representa un desafío a la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, según informa la agencia WAM.
Esta resolución data de 2015 y "llama" a Irán a abstenerse durante ocho años de llevar a cabo cualquier actividad con misiles balísticos capaces de transportar armas nucleares.
En este sentido dijo que "los esfuerzos deliberados de Irán para desestabilizar Oriente Medio y desafiar las normas internacionales subrayan el fracaso de la comunidad internacional, que hace la vista gorda e ignora las flagrantes violaciones iraníes de las resoluciones del Consejo de Seguridad".
Los representantes permanentes de Gran Bretaña, Francia y Alemania enviaron recientemente una carta conjunta al presidente del Consejo de Seguridad llamando la atención sobre el lanzamiento de misiles balísticos prohibidos por parte de Irán contraviniendo el párrafo 3 del anexo B de la resolución. 2231 (2015).
Según fuentes estadounidenses consultadas por Reuters, Washington también está presionando a Bruselas para que considere dictar sanciones económicas contra Irán por el lanzamiento del misil balístico.
"Nos gustaría ver a la Unión Europea aprobando sanciones que designen a gente y organizaciones que están facilitando las pruebas y la proliferación de misiles en Irán", ha dicho a Reuters Brian Hook, enviado especial de la Casa Blanca para Teherán, tras reunirse con las potencias europeas en Bruselas.