Las autoridades saudíes amenazaron el jueves con expulsar a los extranjeros no musulmanes que coman, beban o fumen en público durante el Ramadán, que comienza este fin de semana.
El Ministerio del Interior instó a los no musulmanes a "respetar los sentimientos de los musulmanes, absteniéndose de comer, beber o fumar en los lugares públicos, las calles y en el trabajo.
'Los extranjeros no están justificados por no ser musulmanes', informó el comunicado difundido por la agencia estatal de noticias SPA, y agregó que "los contratos de trabajo estipulan el respeto a los ritos musulmanes".
"Aquellos que violen el mes santo se enfrentarán a las medidas necesarias, incluida la terminación de los contratos de trabajo y la deportación", agregó el comunicado.
Arabia Saudita que aplica una versión estricta de la Ley Sharia, acoge a más de nueve millones de extranjeros, en su mayoría asiáticos.