Arabia Saudita construirá una muralla de 900 kilómetros a lo largo de su frontera con Irak, con el objetivo de frenar la cantidad de "infiltrados, traficantes de drogas y armas y contrabandistas de ganado", que se introducen ilegalmente en el país, según informó un comunicado de la Agencia Estatal de Prensa Saudita.
La muralla tendrá cinco capas, torres de vigilancia, cámaras de visión nocturna y radares destinados a hacer frente a una situación cada vez más inestable en el país vecino.
La valla altamente fortificada tendrá 32 centros rápidos de respuesta, tres escuadras de intervención rápida, 38 puertas traseras y delanteras, 78 torres de vigilancia, 10 vehículos para vigilancia y supervisión, 1.450.000 metros de redes de fibra óptica y 50 radares.
Se extenderá desde Hafar al-Batin, cerca de la frontera entre Irak y Kuwait, hasta la ciudad al noreste de Turaif.
La frontera contará con una defensa de 3.397 soldados y 60 instructores.
La semana pasada en una reunión de los líderes de la Construcción en Emiratos Árabes Unidos, Steven Miller, vicepresidente senior de desarrollo de negocios en Shapoorji Pallonji, manifestó que Arabia Saudita, el mercado de la construcción más grande de los países del Golfo, podría ser forzado a la acción militar en Irak para proteger sus propios intereses.
