La isla de San Bartolomé, en el Caribe, ha sido el paradisíaco escenario elegido por la Princesa Charlene de Mónaco para disfrutar de unos días de descanso entre amigos, en la más estricta intimidad. Sin embargo, los paparazzi han arruinado los planes de la ex nadadora olímpica, que fue pillada in fraganti por la revista de cotilleos alemana «Bunte» en actitud muy cariñosa con un grupo de hombres. Por cierto, ninguno de ellos era su marido, el Príncipe Alberto, que se encuentra en los Juegos Olímpicos de Sochi.
El reportaje publicado por «Bunte» recoge una gran cantidad de material gráfico que compromete a la Princesa. «¡Atrapados, las fotos del escándalo!», titula la revista. Y es que en ellas puede verse a Charlene en una actitud muy cariñosa -besos, abrazos, risas- con uno de sus amigos. La revista señala que el círculo más próximo a la Princesa asegura que Charlene ha viajado al Caribe para donar un equipo de salvamento por valor de 1.350 euros. Sin embargo, el amplio reportaje fotográfico contradice las declaraciones del círculo más próximo de los Grimaldi. «Princesa, ¿en qué estaba usted pensando?», concluye la publicación.
