viernes. 10.05.2024

Un asesinato que conmocionó a la sociedad de La Meca en Arabia recientemente es el de una mujer saudí que puso fin a la vida de su abusivo marido. Condenada a muerte, la mujer, conocida como N. S., está a la espera de la ejecución por el asesinato de su cónyuge.

La mujer ha sido entrevistada por el diario de La Meca Makkah Daily. No quiso dar su nombre para proteger su identidad, pero explica claramente los motivos que estaban detrás del asesinato.

"Durante años he sufrido en silencio en mi hogar de La Meca. Cada vez que mi marido llegaba a casa, me atacaba físicamente y me humillaba. He intentado divorciarme de él para poder escapar de su violencia pero no funcionó. Al final, decidí matarlo", manifestó la mujer conteniendo las lágrimas.

La mujer pasa la mayor parte de su tiempo en la cárcel, pensando en sus hijos y suplicando a Dios el perdón. Nacida en La Meca de una familia de clase media, su sueño era continuar su educación y convertirse en enfermera para ayudar a los pacientes a recuperarse. En lugar de ello, sin embargo, se casó con un hombre que en un principio pensó que era temeroso de Dios y de buen corazón.

"Lo que me animó a casarme con él era la forma en que sus vecinos y amigos elogiaban su carácter. Hicieron hincapié en que era un profesor islámico de una moral sólida. Pensé que sería un buen esposo y que yo y mis hijos tendríamos su apoyo", explicó N. S.

A los dos años de casados, la actitud de su marido comenzó a cambiar para peor. Cuando volvía a casa a primeras horas de la mañana, después de pasar toda la noche fuera, y su esposa le preguntaba dónde había estado, su respuesta siempre fue la de golpearla y humillarla delante de sus hijos.

"Mi esposo solía pasar fuera de la casa de 6 a 10 horas. Durante las vacaciones, se marchaba solo lejos de la casa durante varios días, sin siquiera molestarse en preguntar cómo estábamos. Nunca nos dejó dinero para poder comprar alimentos, pero siempre se las arregló para llevar las mejores túnicas y colonias. A veces cogía miles de riales y volvía con las manos vacías", continúa explicando la mujer.

N. S. declaró en el tribunal que tuvo la idea de quemar a su marido hablando con una vecina árabe que alquiló un apartamento en el piso de arriba de su casa. A pesar de declarar en el juicio, esta defensa no fue tomada en cuenta por el tribunal.

"Cuando mi vecina se mudó, trató de hablar conmigo en algunas ocasiones. Ella llamó a mi puerta varias veces, pero yo era una prisionera en mi casa y se me prohibía tener invitados. Pero un día mi marido se olvidó de cerrar la puerta, así que la dejé entrar y comencé a narrar los detalles de mi vida y mis problemas con mi marido. Ella me sugirió que lo quemase con queroseno, incluso me ayudó con la compra del producto inflamable", aseguró N. S.

"En principio tenía la intención de morir con él. Rocié el queroseno y prendió fuego de inmediato, pero no pude seguir adelante con el acto del suicidio. Entré en el cuarto de baño por temor a quemarme. Antes puse a mis hijos a resguardo en su habitación y cerré la puerta para que no se vieran implicados o heridos", añadió.

Durante las investigaciones, se descubrió que la vecina no tuvo participación en el crimen. N. S. informó al reportero que más tarde se enteró de que su marido no murió por quemaduras sino por la inhalación de humo. Los investigadores también le dijeron que su esposo se había casado con otras dos mujeres en un tipo temporal y controvertido de matrimonio conocido como misyar. Sin importar el sufrimiento que ella soportó durante años, su destino está sellado y un juez la declaró culpable de asesinato y la condenó a muerte. Hasta ahora, todos los intentos de buscar el perdón han fracasado.

Perfil de una mujer y madre saudí condenada a muerte