Una joven fue encontrada muerta y cubierta con mantas en su apartamento en el séptimo piso de un edificio en el emirato de Ajman. El cuerpo fue descubierto por el guardia del edificio que llamó a la policía que acudió al lugar.
Según informó este lunes el diario Gulftoday, las autoridades llevaron a cabo investigaciones y el equipo del laboratorio forense tomó huellas dactilares. El informe reveló que la víctima fue asfixiada, pero no se encontró el arma del crimen.
El guardia del edificio y uno de los residentes que sintieron el olor proveniente del apartamento de la joven fueron interrogados. Se revisó el teléfono móvil de la víctima para identificar a las personas que la habían contactado antes de su muerte. El equipo de investigación averiguó la identidad de los usuarios de los tres últimos números registrados en el móvil de la víctima. La última llamada fue la del guardia de seguridad tras las denuncias de los vecinos del olor que salía de su vivienda.
La anterior persona que llamó fue citada y se le preguntó sobre su relación con la víctima, y dijo que era su ex pareja, tuvo con ella una relación que terminó hacía un año y medio debido a sus muchas discusiones. Agregó que seguía visitándola de vez en cuando y señaló que estaba en un centro comercial la noche del crimen.
El equipo de investigación convocó a la tercera persona que llamó, una joven de la misma edad que la asesinada, y cuando le contaron el incidente, se sorprendió y rompió a llorar. Le dijo a la policía que era su amiga y que siempre estaba en contacto con ella, pero que no la había visto en los últimos tres días. Agregó que la llamó para ver cómo estaba, pero la víctima no respondió, por lo que decidió ir a verla el fin de semana para salir juntas, como siempre.
Los equipos le preguntaron cuánto conocía al ex novio de la víctima y ella les dijo que aunque siempre había problemas entre ellos, él insistía y continuaba visitándola.
Al interrogar a los inquilinos del edificio, uno de ellos dijo que vivía en el mismo piso que la víctima, y el día de los hechos, mientras iba a tirar la basura, pasó por delante del apartamento de la joven, cuya puerta estaba abierta y escuchó una pelea, pero no hizo caso y regresó a su casa.
Al examinar las cámaras de vigilancia del edificio, quedó claro que su ex pareja había entrado en el apartamento de la víctima y permaneció durante más de cinco horas y salió corriendo de manera sospechosa. Fue citado nuevamente y al ser confrontado con pruebas, confesó el crimen.
El sospechoso declaró que la víctima lo enojó luego de un altercado verbal entre ellos, por lo que la estranguló con un trozo de tela, y luego de cometer el crimen, limpió las huellas dactilares, salió del apartamento y cerró la puerta sin tocar nada. Tras la finalización de las investigaciones, el sospechoso fue trasladado al tribunal, donde fue condenado a muerte y obligado a pagar el dinero de sangre a la familia de la víctima.
