El Tribunal de Apelación de Dubai conmutó una sentencia de tres años de prisión dictada por el Tribunal Penal contra una asiática y una banda de un país de Europa del Este por seis meses de cárcel, al tiempo que confirmó la multa de 29.800 dirhams y la deportación. La mujer fue condenada por contratar a la banda con el fin de secuestrar a un compatriota por negarse a pagar un dinero que le prestó, fue sentenciada en rebeldía, mientras la banda compareció ante el tribunal.
El caso se remonta a noviembre pasado, cuando un asiático denunció que su hermano había sido secuestrado mientras caminaban juntos cerca de su residencia en International City en Dubai. Explicó que fueron sorprendidos por tres personas que sujetaron a su hermano y lo obligaron a subir a un vehículo para llevarlo a un lugar desconocido. Además, señaló que había tratado de comunicarse con él por teléfono, pero no contestó, y minutos después recibió un mensaje en el que le instaban a transferir 17.000 dirhams, por lo que acudió a la policía.
El oficial de policía a cargo del caso afirmó que un equipo de investigación pudo después de examinar las imágenes de las cámaras de vigilancia conocer la matrícula del vehículo utilizado por la banda y su itinerario. El equipo localizó a la banda y los detuvo, luego de liberar al secuestrado, quien fue encontrado maniatado dentro del coche en una zona arenosa en el distrito de Al Jaddaf, Dubai.
Tras el interrogatorio, la víctima declaró que fue secuestrado por los sospechosos por la mañana cuando caminaba con su hermano. Los delincuentes lo agarraron por la espalda, lo ataron con cinta adhesiva, luego lo golpearon en la cabeza y lo obligaron a subir a un vehículo estacionado cerca.
Trató de buscar ayuda de los transeúntes, pero fue en vano, y mientras estaba en el coche con los sospechosos, lo agredieron y le cubrieron la cara con la camisa que llevaba puesta. Luego de eso, uno de ellos pidió 17.000 dirhams para liberarlo, mientras que otro le quitó el teléfono y llamó a su hermano para que les trajera la cantidad requerida. Además, le robaron 16.000 dirhams, un reloj caro, un anillo de oro y tarjetas bancarias.
Por su parte, los sospechosos admitieron que una mujer asiática “fugitiva” los contrató para secuestrar a la víctima con el pretexto de que debía recuperar el dinero que le prestó.
