Una mujer árabe, que trabajaba como recepcionista en un centro de belleza, fue condenada a tres meses de prisión y multada con 21.000 dirhams por robar inyecciones de Botox y otros productos de belleza de su lugar de trabajo. La condenada será deportada tras cumplir la sentencia, ordenó el Tribunal Penal de Dubai. Los artículos robados equivalían a 21.000 dirhams, según el gerente del centro de belleza.
La acusada tenía la intención de usar estos artículos para ella y los miembros de su familia. El delito se descubrió cuando la condenada le pidió a una médica en el centro que la ayudara a ella y a los miembros de su familia a usar las inyecciones de Botox, fuera de la clínica. La doctora le informó a la gerente sobre la solicitud de su compañera, ya que sospechaba que esos artículos podrían pertenecer a la clínica.
Luego, la gerente asignó un equipo de empleados para realizar un inventario del stock de los productos del centro, donde se detectó una escasez de materiales estimada en los 21.000 dirhams. Las imágenes de las cámaras de vigilancia instaladas en el área de recepción mostraron a la árabe aprovechar que el lugar estaba vacío para entrar en el almacén de los productos de belleza y robar algunos de ellos.
En consecuencia, el director del centro interpuso una denuncia ante la policía en la que acusaba a la empleada de recepción de robo y presentó las pruebas. La policía citó a la acusada y la interrogó, pero ella negó haber robado ningún artículo del centro y afirmó que había comprado las inyecciones de Botox y los demás productos. Sin embargo, las investigaciones demostraron que los materiales que poseía pertenecían al centro de belleza para el que trabajaba. Por lo tanto, el juez la declaró culpable.
