El Tribunal Penal de Dubai condenó a dos africanas a tres años de prisión, seguidos de la deportación, y les impuso una multa de 6.000 dirhams por atraer a un asiático a un centro de masajes falso, encerrarlo y robarle su dinero en colaboración con un hombre aún prófugo. Las acusadas amenazaron a la víctima con llamar a la policía y decirles que había irrumpido en su residencia e intentado violarlas.
El incidente tuvo lugar en la zona de Silicon Oasis, donde un guardia de seguridad informó a la policía que dos mujeres encerraron a una persona dentro de un apartamento. Según su declaración, vio a una de las acusadas salir descalza del edificio y regresar poco después. Entonces, la siguió hasta que ella entró en el apartamento y tocó el timbre, tan pronto como se abrió la puerta, escuchó la voz de alguien pidiendo ayuda.
El guardia de seguridad afirmó durante los interrogatorios que denunció lo sucedido a la policía e impidió a los acusados salir del apartamento. Uno de ellos, sin embargo, logró escapar antes de que llegara la policía y arrestara a la otra acusada.
Por su parte, la víctima afirmó que vio un anuncio en un sitio web de chat que promocionaba masajes realizados por una chica europea rubia. Se comunicó con el teléfono que figuraba en el anuncio y acordaron hora y lugar para recibir el servicio, y agregó que apenas llegó al lugar indicado, fue sorprendido por las dos imputadas, lo obligaron a entrar en el apartamento, cerrando con llave y le robaron 5.000 dirhams de su cartera.
Una de las acusadas le robó también la tarjeta del cajero automático y le pidió que le diera el PIN tras amenazarlo con llamar a la policía y alegar que había irrumpido en su apartamento e intentado violarlas. Retiraron 1.000 dírhams más de su cuenta, afirmó.
Según los documentos oficiales, una de las acusadas admitió que ella y la otra acusada trabajaban para un compañero que alquilaba un apartamento para atraer a quienes buscaban un servicio de masajes por medio de anuncios en las redes sociales y robarles su dinero.
