El Tribunal de Apelación de Al Ain, en el emirato de Abu Dhabi, confirmó un veredicto del Tribunal de Primera Instancia en el que se condenaba al propietario de una guardería y a dos de sus empleados a pagar al padre de un niño 30.000 dirhams en compensación por los daños sufridos, después de un accidente.
El padre interpuso una demanda en la que explicó que su hijo de dos años estaba bajo la supervisión de los dos trabajadores, y que uno de ellos lo lesionó accidentalmente tras cerrar una puerta y aplastarle el dedo, lo que provocó la amputación de la punta del dedo derecho, sangrado severo, pérdida de la mitad de la uña, además de tres centímetros de piel, y un corte transversal.
El denunciante exigió que los acusados fueran obligados a pagarle 51.000 dirhams en compensación por los daños ocasionados, además de los honorarios y gastos del juicio y de su abogado.
El Tribunal de Primera Instancia ordenó a los tres apelados que pagaran 30.000 dirhams conjuntamente en compensación por todos los daños.
El propietario del centro apeló la sentencia, ya que el tribunal penal condenó a los dos empleados por negligencia y que él no tuvo mala conducta, sobre todo porque la lesión del niño se produjo fuera del horario oficial de trabajo por la demora del padre en recoger al menor.
Una de las empleadas afirmó que ella era solo una empleada que cumplía con lo que se le pedía y que le habían asignado la supervisión de una gran cantidad de niños e insistió en que no hubo negligencia de su parte.
El juzgado afirmó que estaba probada la dependencia de los dos empleados del propietario del centro, que trabajaban bajo su dirección y control, y que el hijo del denunciante resultó perjudicado como consecuencia de la negligencia de los dos empleados en el desempeño de sus funciones y deberes, que por su parte responsabilizaron al dueño del negocio por sus errores.
