sábado. 27.04.2024

Germaletta Brown, una profesora de guardería nacional de Estados Unidos decidió después de la vacaciones de verano y antes de partir a su país, acudir junto a su hija de siete años a un salón belleza para una aplicación de henna.

Tres semanas más tarde, la mujer estaba conectada a un suero intravenoso con más de 14 medicamentos, después de sufrir una grave reacción alérgica a la henna negra que se le aplicó en los brazos y las piernas, según informa The National.

Su hija se salvó gracias a que decidió utilizar henna marrón, que en ese momento decidió que iba mejor con el color de su piel.

Los hospitales estadounidenses y de Al Ain donde la mujer fue tratada confirmaron que su reacción alérgica fue causada por la henna negra, que está prohibida en Abu Dhabi y Dubai, algo que Brown desconocía antes de acudir al salón de belleza.

Ahora los administradores del establecimiento deben cubrir los gastos ocasionados a la mujer además del calvario padecido del que aún no se ha recuperado. Los costes suman más de 50.000 dólares (183.620 dirhams) sólo por las facturas del hospital de Estados Unidos a lo que hay que añadir los medicamentos recetados, se estima unos 100.000 dólares.

"Quiero que acepten la responsabilidad de lo que han hecho", dijo la señora Brown aludiendo a los responsables de la empresa, a los que ha denunciado a la policía en Al Ain.

Brown, que llegó a Emiratos Árabes Unidos con su esposo y sus tres hijos en septiembre del año pasado, dijo que notó por primera vez "algunas erupciones" en sus brazos alrededor de 15 días después de la aplicación, mientras que estaba ya en Estados Unidos.

Una primera visita a una sala de emergencia en un hospital de Wyoming el 29 de julio reveló que el problema no era sólo dermatológico. El 5 de agosto, mientras se encontraba en Missouri para celebrar el cumpleaños de su abuela, la reacción fue acompañada de un dolor intenso e insoportable.

"Cuando entré a la sala de emergencias, sólo recuerdo que estaba llorando y gritando, la única forma que encontré de explicar al médico lo que me pasaba era que "alguien estaba friendo algo en mis piernas", añadió Brown que fue inmediatamente conectada a un goteo intravenoso, recibió cinco dosis de morfina y otras drogas, incluyendo OxyContin.

Ahora, de vuelta en los Emiratos Árabes Unidos, Brown quiere que el dueño del salón asuma su responsabilidad. Ella grabó el incidente con su teléfono y después de mostrar el vídeo al personal del salón, estos se disculparon y confesaron ser conscientes de los peligros de la henna negra.

El incidente ha obligado a la familia a separarse, ya que el dinero destinado a la educación de sus hijos en Emiratos se ha gastado en costes médicos. Sus hijos se han quedado en Estados Unidos en el sistema de educación pública. La profesora está de baja médica a la espera si va a necesitar una cirugía de injerto de piel.

 

Una profesora estadounidense muy grave después de una sesión con henna negra en Al Ain
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