Las autoridades de Brasil hallaron el pasado domingo un pequeño artefacto explosivo en los alrededores de un santuario religioso que el papa Francisco tiene previsto visitar esta semana, anunció la policía militar de Sao Paulo pocas horas más tarde de la llegada del Pontícife.
La bomba es de fabricación casera y fue encontrada el 21 de julio mientras la policía realizaba un entrenamiento en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida. El explosivo estaba fabricado con un cilindro pequeño de plástico y cinta aislante.
Un grupo especial de desactivación detonó el artefacto sin causar heridos, de acuerdo con la policía.
La zona afectada no forma parte del recorrido que hará el Papa, dijo la policía. Más bien, estaba preparado para los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud, que se realiza esta semana y atrae a cientos de miles de jóvenes a Brasil.
El papa tiene previsto viajar al santuario el miércoles. Y ni el Vaticano ni las autoridades brasileñas han anunciado cambios en los planes.
El Vaticano ha dicho que el Papa pidió viajar a este templo mariano, considerado el más grande del mundo, por su personal devoción a la Virgen María. Allí tiene planeado celebrar una misa.
