El autobús que transportaba al equipo juvenil de fútbol de Monterrubio de la Serena comenzó a adelantar a la excavadora, pero ésta no se dio cuenta de la maniobra y giró a la izquierda. Para evitar el choque, el microbús giró entonces también a la izquierda, se salió del arcén y volcó, según informa el periodista David Vigairo para Elmundo.es.
Ésta es la principal hipótesis que baraja la Guardia Civil como causa del accidente que segó la vida anoche a cinco menores de entre 12 y 15 años y ha dejado heridas a otras trece personas (entre ellas otros diez niños) en la carretera que une Castuera con Puerto Hurraco, según han informado fuentes del Instituto Armado a ELMUNDO.es.
El tramo de la vía donde se produjo el impacto tiene buena visibilidad y además cuándo se produjo el choque (21.22 horas) entre ambos vehículos todavía no era noche cerrada. El firme aparentemente también está en buen estado, como confirmó poco después de conocer el accidente el presidente extremeño José Antonio Monago.
La recta donde tuvo lugar el siniestro, como ha podido comprobar este periódico, es larga, con una correcta visibilidad desde ambos sentidos de la circulación. El impacto se produjo a unos 4 kilómetros de Castuera.
Por lo demás, en el Instituto Anatómico Forense de Badajoz ya se ha practicado de madrugada la autopsia a los cinco menores fallecidos. Los cuerpos serán trasladados al polideportivo municipal de Monterrubio, donde se va a instalar la capilla ardiente.
El resto de heridos evoluciona favorablemente. Poco después de las dos de la madrugada se les dio el alta médica a seis de ellos mientras los otros siete (cuatro menores y los tres adultos que viajaban en el microbús) evolucionan favorablemente y sus heridas no son de consideración.
Testimonio clave, el de los conductores
El conductor del microbús tiene una factura en la cadera y su testimonio será clave para conocer realmente cuál fue la causa del accidente mortal. El otro conductor, el de la retroexcavadora, resultó ileso. A lo largo de la mañana, ambos serán interrogados para determinar con exactitud la causa del siniestro.
El drama en Monterrubio, la localidad de 2.000 habitantes donde residían los jóvenes, es absoluto. Tres equipos especializados de Cruz Roja han atendido durante toda la madrugada a los familiares de los niños fallecidos y también a algunos de los heridos que han requerido esta asistencia. Cuatro de los jóvenes eran de Monterrubio de la Serena, salvo uno que procede de la pedanía de La Nava.
Ninguno de los vecinos, consternados, ha dormido durante la larga madrugada. Prácticamente nadie regresó a sus casas y todo el pueblo ha estado arropando a los familiares directos de los fallecidos y también visitando los hospitales de Don Benito (donde quedaron ingresados once de los trece heridos) y de Talarrubias (donde estuvieron dos menores que fueron dados de alta sobre las dos de la madrugada).
